La prensa se estableció en esta casa, que entonces se llamaba la Casa de las Campanas,[3] por decisión del editor Juan Cromberger, que radicaba en Sevilla y la puso a cargo del impresor italiano Juan Pablos, que trabajó durante diez años a cambio de los gastos de su manutención.
[4] Se comenzó a trabajar imprimiendo documentos relacionados con el virreinato y la Iglesia.
[6] Posteriormente a su período como imprenta, la casa cambió de manos varias veces y se utilizó para diversos fines.
En 1847, las tropas de Estados Unidos ocuparon la casa y destruyeron los archivos que estaban alojados en su interior.
Es posible que esta cabeza fuera visible para los ocupantes del edificio en los siglos XVI y XVII.