Es un destino popular para los deportistas, principalmente los fines de semana, que se dan cita escaladores y corredores.
Estas sobreyacen a rocas sedimentarias y metamórficas del Mesozoico de origen marino.
El vulcanismo continuó durante el Terciario Medio generando una amplísima mesa alta, constituida por estas rocas.
Enseguida predominan los suelos tipo planosol, los cuales son medianamente profundos, entre 50 y 100 cm que se caracterizan por tener una capa endurecida con sílice o arcilla bien compactada que induce el lavado lateral del agua, provocando la erosión interna del suelo hacia partes más bajas del terreno; se manifiesta comúnmente por la presencia de una capa infértil, delgada y de color claro, llamada álbica.
Los principales arroyos del Cerro del Muerto, los cuales inclusive tienen su nacimiento en esta zona montañosa, son los arroyos Xoconoxtle, Los Chivos, Peña Blanca, El Muerto, Las Víboras, Palos de los Fierros, Los Coyotes, Carboneras, La Chorrera y El Barreno (INEGI 1993).
Predominan comunidades de encino (Quercus spp) y en el estrato arbustivo se pueden encontrar manzanitas (Arctostaphylos pungens), madroño (Arbutus glandulosa), capulín (Prunus serotina), sauces (Salix taxifolia), entre otros.
La manzanita (Arctostaphylos pungens), en ocasiones puede formar comunidades puras muy densas en pendientes ligeras a pronunciadas en algunas zonas altas del Cerro.
En algunas zonas, también de las partes bajas, se forma una asociación Pastizal-Huizachal, en donde los principales componentes son especies graminoides, (Muhlenbergia spp.
El chaparral formado por manzanita (Arctostaphylos pungens), es una comunidad frecuentemente densa, muy generalizada en el área algunas veces asociada con encinos arbustivos de las especies Q. microphylla, Q. potosina y Q. laeta.
El matorral espinoso está mejor representado que el anterior y entre sus principales componentes están Mimosa spp., Prosopis spp.
y Dodonaea viscosa, siendo el resultado del disturbio causado por sobrepastoreo o por desmonte, principalmente en los matorrales subtropicales.
En el Cerro del Muerto se encuentran siete especies de anfibios distribuidas en un orden, 4 familias y 4 géneros.
Para la región del área protegida se reportan un total de 93 especies ubicadas en 15 órdenes, 38 familias y 79 géneros.
Las especies residentes incluyen el guajolote silvestre (Meleagris gallopavo), el azulejo (Aphelocoma ultramarina), el saltaparedes risquero (C. mexicanus) y la coa (Trogon elegans).
En cuanto a aves migratorias se pueden citar los verdines (Dendroica occidentalis, D. coronata, D. nigrescens, D. townsendi), paros (Parus sclateri), colibrí (Selasphorus rufus), gorriones (Chondestes grammacus, Aimophilla carpalis, Spizella atrogularis, S. pusilla), golondrinas (Hirundo rustica y Thachycineta thalassina), entre muchas otras (De la Riva et al.
La ganadería extensiva es una actividad productiva importante desde el punto de vista económico, así como en superficie en el Cerro del Muerto.
Esta actividad se encuentra concentrada, por pequeños propietarios, en las faldas del Cerro así como en algunas laderas.
No se tiene cuantificado cuantas cabezas de ganado existen dentro del Cerro del Muerto, no obstante, existen ranchos con una gran cantidad de ganado particularmente en la ladera oriente, cercana al libramiento.
Se lleva a cabo en especial en la ladera poniente, que comprende la mayor zona boscosa del Cerro y se encuentra cerca de localidades como Venaderos, cuyos habitantes hacen uso de leña del Cerro y sus alrededores para sus actividades cotidianas.
En el Cerro del Muerto han sido pocos los estudios específicos para conocer su riqueza biológica y natural.
No se cuenta hasta el momento con estudios ecológicos o poblacionales que brinden información acerca de las especies vegetales y animales.
Los incendios han sido recurrentes en los últimos años en el Cerro del Muerto, principalmente durante los meses de febrero a mayo.
Con respecto a otros posibles usos del suelo, es también una real amenaza el aprovechamiento para recursos pétreos.
Este tipo de actividad se ha dado principalmente en las partes bajas en la ladera oriente del Cerro.
Es necesario darles un seguimiento a las actividades de reforestación que se han realizado en el área protegida para evaluar su éxito.
Se dice que la mayoría de las acciones de reforestación fracasan debido a que las especies no son las adecuadas; las características de la planta utilizada no reúnen las condiciones que favorezcan su sobrevivencia y desarrollo (tamaño, vigor, etc.); las plantaciones no reciben las atenciones requeridas para su establecimiento (exclusión del pastoreo, riego, fertilización, soporte, etc.); la reforestación se realiza en una temporada inadecuada; el manejo de la planta desde su extracción del vivero hasta su plantación no es el correcto; entre otros factores.
Entre ellos había tres sacerdotes (uno por cada tribu) los que eran extremadamente altos, fornidos, de aspecto majestuoso e imponente.
Los chalcas, pidieron ayuda a los nahuatlacas, los que estaban de espectadores con su sacerdote al frente.
Ya no era posible retroceder y sin quererlo, una flecha atravesó el corazón del sacerdote de los chichimecas, el que les gritaba: "¡Deténganse!
Quiso hablar con su gente, pero no pudo, sin decir palabra cayó muerto y con su cuerpo sepultó a todo el pueblo chichimeca que lo seguía.