Inicialmente los juegos fúnebres tenían culto en la Antigua Grecia, y formaban parte de los ritos funerarios para rememorar a sus hombres caídos en las batallas.
Tras vengar la muerte de Patroclo matando a Héctor, Aquiles presidió los juegos fúnebres, que se celebraron en la planicie troyana.
Los juegos fúnebres griegos influyeron posteriormente en los romanos, que lo llamarían munus, es decir, presente u obsequio.
El primero que lo introdujo en Roma fue Décimo Junio Pera en obsequio de su padre, o, según otros, Apio Claudio y Marco Fulvio durante su consulado.
En Roma existían las escuelas de gladiadores, se recuerda principalmente la revuelta que produjo Espartaco, el esclavo greco tracio.