En todos los casos, menos en uno de los vasos, aparece la firma de Clitias como pintor y Ergótimos como alfarero.
Basándose en su estilo, se le han atribuido también otros fragmentos.
Se caracteriza por la precisión en las incisiones y la limpidez del tono oscuro del miniaturismo, difícil de encontrar en otros artistas de la época.
Su obra más famosa es el Vaso François (c. 570 a. C.), una crátera decorada con hasta 270 figuras negras en sus seis frisos, además de inscripciones que sirven de explicación.
Hoy se la puede contemplar en el Museo Arqueológico de Florencia.