Museo Anahuacalli

[1]​ El recinto, destaca por su extensa colección de arte prehispánico, así como por su Espacio Ecológico que alberga flora y fauna endémica.

La extravagante arquitectura del edificio está inspirada en edificaciones prehispánicas, con un estilo único en su tipo, el cual mezcla influencias Maya y Tolteca principalmente,[3]​ aunque el propio Rivera la definió como una amalgama de estilos Azteca, Maya y “Rivera Tradicional”.

Gracias a este Museo, hoy, miles de visitantes nacionales y extranjeros pueden adentrarse en el universo creativo que el muralista dejó albergado en este lugar único, para que todo quien asista al recinto disfrute de sus espacios naturales y arquitectónicos, así como del rico acervo de arte mesoamericano legado a México, por el maestro Rivera.

Un año después, la artista mexicana Frida Kahlo escribe una carta al ingeniero Marte R. Gómez, entonces Secretario de Agricultura y Fomento del gobierno del Presidente Manuel Ávila Camacho, en la cual explica la necesidad de su esposo por edificar un espacio que albergue su colección.

[11]​ En dicha misiva, Frida expresa su preocupación por la tristeza de su marido, al no contar con los recursos financieros suficientes para concluir el edificio.

[12]​ El primer diseño museográfico fue realizado por Carlos Pellicer, con la asesoría del antropólogo Alfonso Caso y Andrade (1896-1970).

[17]​ Debido a la esencial participación de Juan O’Gorman en la construcción Anahuacalli, se ha asumido erróneamente que el edificio tiene una importante influencia funcionalista.

[18]​ La arquitectura del Anahuacalli sirvió como respuesta a la creciente presencia del Estilo Internacional; O’Gorman se dio cuenta de que sus edificaciones tempranas, influidas por Le Corbusier, no iban de acuerdo con el paisaje mexicano y por ello las consideró una “especie invasiva”.

[19]​ A raíz de lo anterior, buscó retomar una estética mexicana para sus diseños, presente en el arte popular.

[23]​ El diseño del Anahuacalli se inspira en un teocalli, que significa "casa de los dioses".

El Anahuacalli está constituido en su totalidad por roca trabajada, proveniente de la erupción del volcán Xitle.

Igualmente, se observa la techumbre con forma de trapecio que recuerda a las antiguas estructuras mesoamericanas.

[27]​ Los cuatro vértices se conservaron como “cámaras”, donde destaca la frecuencia de altares, contemporáneos y museográficos, en alusión a aquellos que sirvieron para adorar deidades en contextos precolombinos mesoamericanos.

[28]​ Esta sección representa el mundo terrenal, por lo que sus salas se encuentran dotadas de luz natural, a diferencia del piso inferior.

Por esto, la parte superior del edificio resultó algo pesada, rígida y poco plástica, en comparación con la idea original.

En el centro del lugar, encontramos una gran explanada o plaza central, en donde se realizan frecuentemente eventos artísticos diversos.

[36]​ Asimismo, esta biblioteca cuenta con valiosos libros de arte, disponibles para ser consultados en sala.

[44]​ Esta reserva ecológica puede contemplarse panorámicamente desde la azotea del Museo, además de ser visitada mediante recorridos guiados los días sábados y domingos.

A su regreso en 1921, se ve en la obligación de reiniciar su colección porque su progenitora le declaró haber tenido que venderla por motivos económicos.

En 1934, una vez concluido el edificio del Palacio de Bellas Artes, se lleva a cabo la exposición Escultura Mexicana Antigua.

El maestro Rivera colaboró con esta muestra, aportando doce piezas de las ciento treinta y nueve obras que conformaron la exhibición.

[47]​ Juan Coronel Rivera, historiador, escritor y nieto del pintor, declara: “Cuando la colección era muy incipiente, hacia 1934, realmente él tiene las piezas muy seleccionadas, todavía les pone base, ya después cuando es abrumadora, cuando va en la pieza 30,000, ya nada más las coloca donde caben”.

[51]​ Es sabido que la afición del artista por el coleccionismo llegó a representar un problema económico en su momento.

Lo anterior demuestra la gran veneración que tenía Diego Rivera hacia sus figuras, así como la manera adecuada de aproximarse a las mismas.

Retrata la lucha de clases y sus protagonistas, así como las distintas corrientes que los animan.

A su vez, se remodelaron las bodegas de mantenimiento del Museo, así como la cafetería, la biblioteca y la tienda[63]​ .

El proyecto contó con la participación del ingeniero Santiago Sánchez Aedo y su constructora Arquitech, para la edificación de las estructuras[63]​.

-Plazuela Ruth: en el exterior en diálogo con la naturaleza; al aire libre e ideal para realizar actividades culturales y sociales de diverso tipo.

-Foro Lola: espacio exterior inserto en un área verde, en diálogo con la vegetación que naturalmente emerge de la topografía volcánica del El Pedregal.

Puede ser fácilmente habilitado para la realización esporádica de eventos artísticos, culturales y sociales, preservando la naturaleza que le es protagonista.

Diego Rivera durante la construcción del Anahuacalli
Vista al edificio principal del Anahuacalli.
Diego Rivera en las escalinatas de marco Maya al interior del Anahuacalli.
Mosaico Colado
Espacio Ecológico Anahuacalli
Espacio Ecológico Anahuacalli
Representación Dios del Fuego
Biblioteca Sapo-Rana