Los patios, también conocidos como courtyards, son espacios arquitectónicos abiertos que han acompañado a las civilizaciones desde hace miles de años.
Cada civilización ha aportado su impronta única a estos espacios, transformándolos en un testimonio de la interacción entre naturaleza, arquitectura y vida social.
Inspirados en los jardines italianos, los arquitectos franceses llevaron esta tendencia a nuevos niveles, diseñando patios donde la naturaleza era cuidadosamente moldeada y organizada para servir a los ideales estéticos y simbólicos de la nobleza.
Estos patios, parte integral de palacios y castillos, no solo mostraban el dominio sobre la naturaleza, sino también sobre el propio diseño arquitectónico, fusionando lo natural con lo construido en un acto de control absoluto.
[13] No obstante, se conservan algunos topónimos franceses terminados en court (Abancourt, Abaucourt, Honnecourt) cuya etimología proviene del bajo latín cortis (con el significado de la palabra castellana "corte").
Esta palabra latina sería previamente cohors ("terreno cercado"), y por extensión y asociación con curia (distintas instituciones políticas de la Antigüedad Tardía y la Alta Edad Media, como la curia regis o la curia romana), pasó a designar también a los que se reúnen en ese terreno como "cohorte" del rey.
Sus otros significados (como tribunal, como campo de juego y, en forma verbal, "rendir homenaje") son más tardíos.
[14] Es significativo que, en castellano, "corte" no sólo signifique "corte real", sino corral o establo donde se recoge de noche el ganado, y que de ella derive la palabra "cortijo".
Los patios privados tienen una gran tradición en todas las culturas, e incluso simbolizan el concepto de intimidad.