Desde el siglo I en el temprano período imperial, los principios estructurales de la arquitectura china han permanecido mayormente inalterados, con cambios en los detalles decorativos.
Los principios estructurales de la arquitectura china se han mantenido mayormente estables, con los principales cambios siendo solo decorativos.
El más importante es el énfasis sobre el eje horizontal, en particular la construcción de una plataforma pesada y un gran techo que flota sobre esta base, con las paredes verticales tampoco enfatizadas.
Los salones y los palacios en la Ciudad Prohibida, por ejemplo, tienen techos algo bajos comparados con edificios majestuosos equivalentes en el oeste, pero sus apariencias indican la naturaleza acaparadora de la China imperial.
Estas ideas han encontrado un sitio en la arquitectura occidental moderna, por ejemplo a través del trabajo de Jørn Utzon.
Otra característica importante es su énfasis sobre la articulación y la simetría bilateral, que recalca como objetivo el equilibrio.
La simetría bilateral es encontrada por toda la arquitectura china, desde grandes complejos o palacios hasta modestas granjas.
[11] Los elementos secundarios se posicionan a ambos lados de la estructura principal para mantener la simetría bilateral general.
Las prácticas arquitectónicas en edificios occidentales contemporáneos típicamente disponen un jardín o área abierta alrededor de la propiedad.
En la arquitectura china, la jerarquía que reflejaba cada edificio, así como su importancia y usos, estaba basada estrictamente en la localización de cada elemento en el conjunto construido.
[11] La arquitectura china de los primeros tiempos usaba conceptos del cosmología china como feng shui (geomancia) y el taoísmo para organizar la construcción y disposición de elementos desde las residencias vulgares a las estructuras religiosas e imperiales.
Clasificaciones chinas para la inclusión de arquitectura: En cuanto a los plebeyos, fueran burócratas, comerciantes o agricultores, sus casas tendían a seguir un patrón: el centro del edificio sería un santuario para las deidades y los antepasados, que sería usado durante las festejos también.
Sobre sus dos costados estaban los dormitorios para los mayores; las dos alas del edificio (conocidas como "los dragones guardianes" por los chinos) eran para los miembros jóvenes de la familia, así como la sala, el comedor, y la cocina (aunque a veces la sala podía estar muy cerca del centro).
Había ciertas características arquitectónicas especiales que se reservaban únicamente para el Emperador de China.
Los techos son casi respaldados por "dougong" (también llamados corchetes) lo cual es una característica compartida solamente con las mayores construcciones religiosas.
Solamente los edificios utilizados por la familia imperial podían tener nueve jian (el espacio entre dos columnas, al que antes aludíamos hablando de la simetría bilateral).
Los antiguos chinos eran muy afectos al color rojo en cuanto a los edificios del Imperio, y solían mirar hacia el sur porque el norte tenía un viento frío, lo cual, de todos modos, era vox populi y era tenido también en cuenta por los hogares particulares.
El alzamiento de Ming en 1368 reafirmó la autoridad china y fijó Pekín como asiento del poder imperial durante los próximos cinco siglos.
La entrada principal está, sin embargo, en el lateral, por la superstición sobre demonios que pueden tratar de entrar (véase feng shui).
El orden de los cinco elementos son el agua (水), el fuego (火), la madera (木), el metal (金) y la tierra( 土).
Por ejemplo, luego de la Dinastía Ming, solo aquellos que estuvieron relacionados con el emperador podían vivir en casas con paredes rojas y tejas amarillas.
Durante la celebración del Año Nuevo, casamientos, feriados y reuniones, no puede faltar el color rojo.