Carlos II de España

[6]​ Para otros autores, Carlos II padecía el síndrome X frágil, caracterizado por un fenotipo característico, fácilmente identificable en los distintos retratos del monarca.[8]​ Como fuese, todo ello acarreó un grave conflicto sucesorio, al morir sin descendencia y extinguirse así la rama española de los Habsburgo.En medio del conflicto, Carlos defendió obstinadamente la majestad de la corona y se dedicó a preservar su integridad territorial.Por estos logros, María Elvira Roca Barea[10]​ lo considera un rey desconocido, pero que fue quien comenzó las reformas y logró un bienestar que dilapidaron pronto los Borbones, y autores como Luis Antonio Ribot García[11]​ dirán de él: «Ni tan hechizado ni tan decadente».[13]​ Felipe IV se había casado por primera vez con Isabel de Francia (fallecida en 1644).Su titular, el cardenal Baltasar Moscoso y Sandoval, había muerto solo unas horas antes que Felipe IV.[15]​ Así, el padre Nithard llegó a copar puestos de gran relevancia en la monarquía, actuando como un verdadero "valido" al ser casi la única persona en la que la reina regente depositó su plena confianza.El encumbramiento del jesuita a tal dignidad jurídico-religiosa no fue en absoluto fácil, pero la reina puso en juego todos los recursos que tuvo a su alcance para conseguir tal cargo para su confesor.En tercer y último lugar, fue necesaria una aprobación papal ya que Nithard, como jesuita no podía aceptar cargo alguno sin el consentimiento del sumo pontífice, debido a las reglas de su compañía.Por tanto, la coyuntura política de un momento en el cual el ministro-favorito estaba en decadencia, la baja condición del elegido, la orden a la cual pertenecía, sus muestras de ambición poco acordes con su condición jesuítica y su sospechosa cercanía a la reina, fueron las premisas determinantes de las numerosas críticas que Nithard recibió durante su valimiento.[15]​ Cuando murió Felipe IV, en septiembre de 1665, don Juan tenía 36 años, mientras que su medio hermano, Carlos II, tan solo tres.Además, sus proyectos conducentes al establecimiento de una contribución única y a rebajar los impuestos del consumo no se aceptaron.[17]​ En esas fechas la lucha contra Valenzuela aumentó hasta que doce años después, en 1677, Juan José de Austria marchó sobre Madrid y tomó el poder apoyándose en la nobleza.Valenzuela fue desterrado y la Reina madre abandonó la Corte fijando su residencia en el Alcázar de Toledo.Éste cambió la preparación de su regio hermanastro dando su dirección a un ma­nual para la educación del príncipe editado en 1678, El cetro con ojos, de Andrés Ferrer de Valdecebro, que consagraba su obra a don Juan, aunque la dedicaba a Carlos II y proclamaba que la insistencia en el trabajo era la clave del éxito.[20]​ Con todas estas medidas el reinado de Carlos II en lo económico ha sido calificado por autores comoRibot García (2006) como "un remanso de paz", aliviando la presión sobre sus súbditos, permitiendo el superávit y acabando con las sucesivas bancarrotas en las que incurrieron su padre, su abuelo y hasta su bisabuelo.[24]​ Ha existido un debate considerable respecto a si Carlos era impotente, y de ser así, su causa.Con base en entrevistas privadas con María Luisa, es posible que haya sufrido de eyaculación precoz.[12]​ Según un embajador francés, durante los últimos años el rey se encontraba en estado muy precario: «Su mal, más que una enfermedad concreta, es un agotamiento general».La Guerra de los Nueve Años había mostrado que Francia no podría alcanzar sus objetivos por sí sola.Leopoldo I se rehusaba a firmar puesto que el acuerdo dejaba el asunto sin resolver, y solo lo hizo a regañadientes en octubre de 1697, aunque lo veía solamente como una pausa en las hostilidades.Aunque el hechizado Carlos fuera manipulado por su entorno para apuntalar la candidatura del Borbón, este ya se anteponía a su rival por derecho dinástico ya que contaba con más ascendientes españoles que su rival austríaco.Austria, que no reconocía a Felipe V como rey, envió un ejército hacia los territorios españoles en Italia, sin previa declaración de guerra.[31]​ Cuando el joven rey tenía veinte años, su figura y deplorable estado llegarían a impresionar al nuncio papal: El dramaturgo del romanticismo Antonio Gil y Zárate compuso una famosa pieza teatral, Carlos II (1837).En 1980, se estrena una película de la mano del director Carles Mira titulada Jalea real.Se trata de una comedia esperpéntica donde el rey realiza cómicos esfuerzos por dejar un heredero al trono.
Triunfo de Carlos II
en la Grand-Place de Bruselas .
Carlos II en el Salón de los Espejos del Real Alcázar de Madrid , por Juan Carreño de Miranda (c. 1675).
Retrato del cardenal Juan Everardo Nithard , por Alonso del Arco (c. 1674).
Retrato de Juan José de Austria (1678), por Juan Carreño de Miranda .
Retrato ecuestre de Carlos II, obra de Luca Giordano .
Retrato de María Luisa de Orleans , reina de España, por José García Hidalgo (c. 1679).
Carlos II en armadura (1681), obra de Juan Carreño de Miranda .
La destitución del VIII conde de Oropesa por parte de Carlos II tras el motín de los Gatos de 1699
Mariana del Palatinado-Neoburgo a caballo , por Luca Giordano , Museo del Prado , Madrid .
Mapa de Europa en 1700 (en inglés), después del Tratado de Rijswijk .
Moneda española de oro acuñada en 1700, el año de la muerte de Carlos II.
Busto de mármol de Carlos II, conservado en el Museo de Historia del Arte de Viena .
Escultura de Carlos II en el Parque del Retiro de Madrid .
Mario Pardo caracterizado como Carlos II en la película "Jalea Real". Fotograma del "Making of" realizado en Super 8.