Fernando de Valenzuela

Al morir Felipe IV, Valenzuela se acercó a la reina viuda, regente del Reino durante la minoría de edad de su hijo, el rey Carlos II, lo que le permitió ir ascendiendo en la escala social.

Acumuló ascensos con velocidad vertiginosa, probablemente como única estrategia para consolidar una posición política lo más segura posible.

[3]​[2]​ La mayoridad del rey Carlos ese mismo año y las rivalidades cortesanas le obligaron a abandonar temporalmente la corte; se lo nombró primero embajador en Venecia, cargo que no llegó a ocupar, y luego capitán general del reino de Granada.

Recursos olivaristas que en manos de Valenzuela pretendían que su valimiento se pareciera a otros más exitosos de la primera mitad del siglo.

El juego de equilibrios que debía mantener con la aristocracia tradicional era lo más arriesgado en la posición del nuevo valido.

A menudo se ha señalado que lo único nuevo en el programa de gobierno de Valenzuela fue la intensificación de las diversiones palaciegas y sobre todo del teatro, sin embargo, esta novedad cumplía dos objetivos políticos, uno general para la Monarquía y otro particular para el valido.

En la mañana del 6 de noviembre cada consejero y grande residente en Madrid recibió una carta firmada por Don Juan en la que informaba que el rey le había llamado a la Corte.

Don Juan llegó al Alcázar, fue recibido como infante de España y mantuvo una entrevista con Carlos II a la hora convenida.

La larga conversación que mantuvo con la Regente acabó con sus planes de "independencia".

A las seis de la tarde el Duque de Medinaceli se encaminó al Retiro para entregar a Don Juan una Real Orden con su nuevo destino.

Además, tanto Valenzuela como Don Juan, tendrían que alejarse de la Corte.

Don Juan debía partir a Italia pero Valenzuela tendría que salir también.

En el palacio de la Alhambra esperó a que la situación política se tranquilizase.

[4]​ Tal vez creía que allí disfrutaría en última instancia de la protección de suelo sagrado, pero don Juan José no se amedrentó lo más mínimo y lo mandó sacar a la fuerza del oportuno asilo.

Se realizó el inventario total de sus bienes, y aunque las acusaciones especulaban enormes desfalcos, se le descubrieron tan sólo unos diez millones.

Fernando de Valenzuela, marqués de Villasierra (c. 1675) por Juan Carreño de Miranda ( Museo Lázaro Galdiano de Madrid ).
Palacio del marqués de Villasierra en Ronda ( Andalucía ), también conocido como Palacio de Mondragón.
Prisión de don Fernando de Valenzuela (1866), por Manuel Castellano ( Museo de Bellas Artes de Valencia ).