La experiencia es tan radical, que poco tiempo después abandona sus estudios y se muda a Madrid.
Esta sería la primera de varias colaboraciones con el director Mario Camus.
Al no recibir nuevas ofertas de trabajo, durante un tiempo se dedica a rodar spaguetti-western en Almería, como caballista y figuración.
Más tarde rodaría El Love Feroz o Cuando los hijos juegan al amor (1973) de José Luis García Sánchez, que supone la primera comedia del nuevo cine español.
La serie, retransmitida por RTVE, cosecha un gran éxito a lo largo de todo el país.
Protagoniza ese mismo año la película Jalea real, una comedia esperpéntica de Carles Mira donde muestra su capacidad para el humor, interpretando a Carlos II "el Hechizado" y sus cómicos esfuerzos por dejar un heredero al trono.
Su personaje es el de Rubio Antofagasta, un tertuliano habitual del café La delicia.
Ese año participa también en la película Kareletik (Por la borda) de Anjel Lertxundi, que gira en torno a los arrantzales (marineros del País Vasco).
El comienzo de la década arranca en Estados Unidos, rodando una coproducción en California titulada La pastorela, que dirige Luis Valdez.
Varias expresiones utilizadas por los personajes, siguen formando parte del imaginario colectivo.
Tras finalizar la segunda temporada de Makinavaja, cabe citar el rodaje del cortometraje La Viga, que dirige Roberto Lázaro en 1996.
Allí, subidos en un decorado con forma de tejado, los artistas invitados, contaban un breve cuento para los niños.
Otras apariciones en series populares de la época son: Colegio Mayor, Manos a la obra y Menudo es mi padre junto al Fary, y la miniserie El secreto de la porcelana en 1999.
Anton Merikaetxebarria, crítico de cine del periódico el correo, le describe como "actor todoterreno".
La cinta está llena de voces conocidas del cine español, y es la primera película realizada enteramente en técnica flash.
A principios de año también participó en la miniserie Adolfo Suárez, el presidente, emitida en Antena 3, donde interpretaba al militar Manuel Gutiérrez Mellado.
A modo de reencuentro, Mario Pardo y Andrés Pajares tienen sendos papeles en la cinta.
Mario Pardo es el secretario general de la misma, en la zona correspondiente a Euskadi.
Su particularidad, es que poseen movimiento mecanizado a través de cuerdas y poleas.