Su obra Govierno general, moral, y político (1696) es una especie de bestiario moral que incluye no sólo aves, sino criaturas mitológicas, incluso el unicornio; se inspira en la literatura emblemática, pero, siendo igual de erudito, excluye el enigma porque se dirigía fundamentalmente a los predicadores que querían elevar la condición moral del pueblo.En El porqué de todas las cosas intenta explicar alegóricamente el mundo y extraerle su sentido moral dentro del más cerrado pesimismo barroco, inspirándose en las cuestiones aristotélicas que intentó responder Marco Antonio Zimara, su principal fuente.El cetro con ojos expone su ideal de gobernante para uso del valido o privado don Juan José de Austria y su hermanastro Carlos II, a quienes está dirigida la obra.Su bestiario, tanto para los animales terrestres como para los volátiles, está vinculado al Viejo Mundo, llamando la atención la significativa excepción del papagayo, símbolo de la nueva naturaleza americana, además de los distintos animales fabulosos.Se encuentra plenamente inmerso en la idea contrarreformista, de procedencia medieval, que considera a la naturaleza como un medio divino (el tópico medieval de que Dios compuso dos obras: la Creación y la Biblia) para mostrarnos todas sus verdades, por lo que su contemplación debe trascender lo sensible para poder acceder al conocimiento de Dios.