Nacida en una familia de recursos modestos, Mistral se desempeñó como profesora en diversas escuelas y se convirtió en una importante pensadora respecto al rol de la educación pública, llegó a participar en la reforma del sistema educacional mexicano.A los diez días, sus padres se la llevaron desde Vicuña al cercano pueblo de La Unión (actualmente llamado Pisco Elqui).Aunque su padre abandonó el hogar cuando ella tenía unos tres años, Gabriela Mistral lo quiso y siempre lo defendió.En Traiguén comenzó el recorrido de once años dedicada a la enseñanza chilena en Antofagasta, Los Andes, Punta Arenas, Temuco y Santiago.Gabriela Mistral viajó a México en junio de 1922; trabajó para el gobierno mexicano en la conformación de su nuevo sistema educativo, modelo que se mantiene casi en su esencia, pues solo se le han hecho algunas reformas.Se trataba de una innovación que bien podría denominarse reforma y en muchos aspectos revolución.Su cometido inicial era simple: llegar a México para dar a conocer la literatura chilena; al poco tiempo, Vasconcelos le pide que prepare un libro de lectura para mujeres y la enrola en los trabajos de enseñanza rural e indígena, donde la importancia de la lectura tanto en su modalidad silenciosa en la biblioteca, como en su modalidad colectiva en la aldea son destacados aportes introducidos por Mistral.Los registros tanto suyos como de otras fuentes indican que Gabriela Mistral puso su cuerpo y su alma entera en esa tarea.Como nunca su tarea es diversa y desafiante, pero está a la altura de lo que ella sabe hacer.[23] Pese a tener un rol fundamental en la chilenización de la población local, también lamentaba al mismo tiempo el exterminio selknam.Así, viajó a Puerto Rico en 1931, como parte de un tour por el Caribe y América del Sur.En esta gira, el general Augusto Sandino, a quien ella había dado su apoyo en numerosos escritos, la nombra «Benemérita del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional» en Nicaragua.En 1946, conoció a Doris Dana, una escritora estadounidense con quien estableció una controvertida relación y de quien no se separaría hasta su muerte.Gabriela Mistral fue nombrada cónsul en Nueva York en 1953, cargo por el que consiguió estar junto a la escritora y bachiller estadounidense Doris Dana, que más tarde sería receptora, portavoz y albacea oficial de Mistral.[41] Esta petición de la poeta no se había podido realizar debido al decreto 2160, que derivaba los fondos a editoriales e intelectuales.Posteriormente el féretro fue llevado hasta Montegrande y a las 16:45 fue depositado en la tumba instalada en su honor.En 1977, el gobierno de Chile instituyó en su honor la Orden al Mérito Docente y Cultural Gabriela Mistral.Casi todas las ciudades importantes de Chile poseen una calle, plaza o avenida bautizada en honor a ella con su nombre literario.En diciembre de 2007 llegó a Chile gran parte del material retenido en Estados Unidos por su primera albacea, Doris Dana.Lo recibió la ministra chilena de cultura Paulina Urrutia, junto a Doris Atkinson, la nueva albacea.La recopilación, transcripción y clasificación ha sido hecho por el humanista chileno Luis Vargas Saavedra que, al mismo tiempo, ha preparado una edición del trabajo llamada Almácigo.En la versión de 2024 sumó 28 lenguas, entre ellas el finés, gaélico irlandés, croata, chino y árabe, entre otros.En 1906, mientras ella se desempeñaba como profesora en La Cantera, conoció a Romelio Ureta, un funcionario de ferrocarriles por el que Gabriela sintió un gran afecto.Aunque por un tiempo la muerte de Ureta fue interpretada como causada por la relación con Mistral, ella misma lo descartó y lo consideró nada más que «novelería».[62] Impactado con el talento de Mistral, Magallanes comenzó a enviarle cartas y la relación epistolar entre ambos se convirtió en una con sentimientos más profundos.Mistral, quien en esa época residía en Francia, recibió la custodia de su sobrino y lo crio como su propio hijo junto a su secretaria mexicana, Palma Guillén.En su testamento, Dana fue nombrada como albacea y custodió el legado de la poeta por más cincuenta años.Es la joven estadounidense —que en ese entonces tenía 28 años— quien se acerca a la poeta tres décadas mayor que ella y ya consagrada con el Premio Nobel.A comienzos del siglo XXI, se comenzó a investigar el tema del lesbianismo de Mistral y su relación con Dana, quien en sus últimos años, negó rotundamente haber mantenido una relación íntima o sexual con Mistral.[n 3][74][75][76][70] En 2010, se publicó el documental Locas mujeres de María Elena Wood que profundizó en la relación entre Gabriela Mistral y Doris Dana.