Sara Braun
Acompañada de sus padres y hermanos, emigró a Chile, a la ciudad de Punta Arenas, alejada localidad en donde se asentaron en 1874.A pesar de la pobreza con que arribaron, la familia Braun Hamburguer poseía una educación formal que les granjearía respeto en su nueva patria adoptiva.El padre de Braun se ganó la confianza de Nogueira y fue contratado para supervisar su almacén naval, y Sara ayudaba a su padre con la administración del depósito.[5] Formó una empresa ganadera con McClelland[5] y comenzó a importar ovejas.Inicialmente, la empresa también trajo administradores extranjeros y operadores de ganado ovino, así como tecnología industrial para equipar la granja para la esquila y el procesamiento de la lana.A medida que la empresa creció, se capacitó a los trabajadores locales para que asumieran muchos de los puestos de la empresa.[cita requerida] En 1895, Braun contrató a Numa Mayer, un arquitecto francés, para que le construyera una mansión en Muñoz Gamero Plaza 716, en Punta Arenas.El interior presentaba muebles y ornamentación europeos en todas partes.[7] Según el informe La Comisión de Verdad Histórica y Nuevo Trato: Con los eventos de la Revolución Rusa y la Primera Guerra Mundial, el nuevo movimiento progresista internacional llevó a un menor enfoque en la expansión empresarial y más atención a los problemas sociales, incluida la calidad de vida de los trabajadores.[11] Su última aparición pública en Punta Arenas fue en 1948, cuando donó un edificio para la Cruz Roja Chilena.En ese momento se encontraba enferma, y su hermano Mauricio tuvo que leer su discurso.