Para su humillación primitiva, ha conquistado ya lo bastante, pero aun le queda mucho que explorar para entonar un canto de victoria.La instrucción suya, es una obra magna que lleva en si la reforma completa de todo un sexo.Porque casi siempre la degradación de la mujer se debe a su desvalimiento.Que pueda llegar a valerse por sí sola y deje de ser aquella criatura que agoniza y miseria si el padre, el esposo o el hijo no lo ampara.Búsquesele todos los medios para que pueda vivir sin mendigar la protección.Y habrás así menos sombra en esa mitad de la humanidad.La instrucción hace noble los espíritus bajos y les inculca sentimientos grandes.Que la gloria resplandezca en su frente y vibre su nombre en el mundo intelectual.
Artículo firmado por Lucila Godoy Alcayaga en el diario La Voz del Elqui de Vicuña en el año 1906