La diversidad sexual en México es generalmente aceptada y está legalmente protegida contra la discriminación en la gran mayoría de los estados que conforman el país.
Según historiadores, en el México prehispánico cada pueblo trataba a la homosexualidad de diferente manera.
Este aspecto todavía está en gran parte por ser estudiado durante la época virreinal y después de la independencia.
Los berdaches, inicialmente considerados intersexuales por los conquistadores españoles, eran hombres que asumían funciones y comportamientos femeninos.
[4][7] La sociedad maya consideraba la homosexualidad preferible al sexo prematrimonial heterosexual, por lo que los nobles conseguían esclavos sexuales para sus hijos.
[4] Desde los primeros contactos de los españoles con los indígenas se planteó la equivalencia indio, caníbal y sodomita.
[13] A partir de la mitad del siglo XVI aparecen los primeros cronistas que vivieron y trabajaron realmente en Hispania Nova.
En 1569 Tomás López Mendel también culpa a los sacerdotes indígenas de extender la sodomía entre el pueblo.
Los castigos para pecados sexuales solían ser multas, penitencia, humillación pública y latigazos en los casos más graves.
Entre los documentos enviados al rey se encuentra una carta del magistrado del Tribunal Supremo de Su Majestad, Juan Manuel Sotomayor, que describe la sodomía como un «cáncer endémico» que había «infestado y extendido entre los prisioneros cautivos de la Inquisición en sus celdas particulares y los funcionarios eclesiásticos habían iniciado también sus propias encuestas».
Todos los implicados provenían de las clases más bajas, negros, indígenas, mulatos y europeos deformes, aunque hay indicios de que las clases más pudientes también estaban implicadas, pero no se vieron afectadas gracias a su influencia.
[13] La cultura colonial era similar a la de la península y hubo destacados intelectuales entre los nacidos en América.
[20] La homosexualidad fue despenalizada en 1871, durante el gobierno de Benito Juárez, siendo uno de los primeros países en hacerlo en América Latina, sin embargo, el nuevo Código Penal introdujo el «ataque a la moral y las buenas costumbres», una noción relativamente vaga cuya interpretación se dejó a la policía y los jueces y que sería en adelante empleada contra los homosexuales.
A pesar de que la redada no tenía asideros legales y era completamente arbitraria, los 41 detenidos acabaron por la fuerza en el ejército:
[21] Muchos de los homosexuales seguían viviendo en la casa familiar, por lo que sus actividades solían ser privadas o clandestinas.
[25] En 1992 Patria Jiménez y Gloria Careaga Pérez crearon la asociación lésbica El clóset de Sor Juana, una de las asociaciones LGBT más importantes del país;[28] como ONG fue acreditada por Naciones Unidas para la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer.
[39] Los crímenes son a menudo ignorados o investigados con poco interés por las fuerzas policiales, lo que da impunidad al delincuente en el 98% de los casos.
[36] Existen indicios de que jóvenes mexicanos están siendo internados en clínicas psiquiátricas tras confesar su homosexualidad a la familia.
[41] Según CONAPRED, la homofobia no se escapa del ámbito escolar pues según los datos de la encuesta en línea sobre VIH/sida y discriminación en población gay y otros HSH en México, el 44 por ciento de los encuestados señaló que siempre era necesario ocultar su orientación o preferencia sexual en la escuela, mientras que 25 por ciento señaló que casi siempre deben hacerlo.
Por otro lado, el 57 por ciento expresó haber recibido agresiones por parte de sus compañeros debido a su apariencia, orientación o preferencia sexual.
El grupo de música rock Molotov editó en 1997, en su álbum ¿Dónde jugarán las niñas?, la canción «Puto».
Se encontró que las mujeres tienden a estar menos de acuerdo con estas relaciones (7,9%) en comparación con los hombres(13,4%).
Testimonios con esta naturalidad impiden que personas independientes a la iglesia logren encontrar su propia identidad con libertad y sin limitaciones religiosas.
[59] Algunos derechos de las personas LGBTTTIQ han sido reconocidos en los primeros años del siglo XXI.
Así mismo, las notarías públicas del país también pueden certificarlas, pero, según sea el caso, podría ser necesario la intervención de jueces o juezas para hacerlos válidos.
[97][98] Así, 18 entidades legalizaron, al mismo tiempo, tanto el matrimonio igualitario como el concubinato entre personas del mismo sexo: Nayarit[99] (2015), Michoacán (2016), Morelos (2016), Hidalgo[100] (2019), Oaxaca[101] (2019), San Luís Potosí[102] (2019), Puebla[103] (2020), Tlaxcala[104] (2020), Querétaro[105] (2021), Sinaloa[106] (2021), Sonora[107] (2021), Guerrero[108] (2022), Estado de México[109] (2022), Tabasco[110] (2022), Tamaulipas (2022), Yucatán[111] (2022), Zacatecas (2022) y Nuevo León[112] (2023).
En Veracruz se legalizó primero el concubinato entre personas del mismo sexo (2020), pero sin incluir al matrimonio igualitario (2022).
[121] En México, el matrimonio igualitario no remplaza a la unión civil como ha sucedido otros territorios.
Y, el artículo 4.º constitucional consagra la protección de la familia sin importar la manera en la que este estructurada.
Su importancia para la comunidad LGBT no estriba tanto en su bisexualidad como por haberse convertido en un icono gay, por su carácter luchador e inconformista.