Durante su estancia en la capital mexicana entabló amistad con Diego Rivera, Jorge Enciso y José Juan Tablada, quien lo influye en el arte japonés.
Una vez en Europa estudió pintura en París durante dos años, bajo la guía de Colín Cowrstous y Hermenegildo Anglada Camarasa.
Su principal desarrollo estilístico personal se dio durante su estancia en Pollensa, Mallorca, a donde debió irse al inicio de la Primera Guerra Mundial, en 1914.
En Guadalajara contactó con el Círculo Artístico fundado por Gerardo Murillo, Dr. Atl. Una vez en Guadalajara llevó a cabo dos exposiciones con bastante éxito, en 1913 salió nuevamente a Europa donde permaneció durante seis años, tiempo en el que absorbió nuevas orientaciones de las escuelas modernas de Picasso y Juan Triso.
En París asistió a la escuela de Bellas Artes, colaboró con Rubén Darío en la Revista Mundial.
Un año después expone su trabajo en Madrid y para 1919 se editó en Londres el álbum de dibujos Vaslav Nijinsky, an interpretation in black, white and gold.
En esta época diseña los vitrales El jarabe tapatío y La vendedora de pericos.