En abril de 1856, Jacobo Gálvez fue designado para dirigir la construcción inicial del teatro.
[9] Por este teatro han desfilado personalidades como Juan Gabriel, Rocío Dúrcal, Ángela Peralta, Virginia Fábregas, Anna Pávlova, Aram Jachaturián, Andrés Segovia, Pau Casals, Plácido Domingo, Ravi Shankar, Jorge Federico Osorio, Henryk Szeryng, Francisco Araiza, Ramón Vargas, Alfred Brendel, Rudolf Nuréyev, Marcel Marceau, entre otros.
[2] El Teatro Degollado es famoso por sus hermosas pinturas a lo largo de sus paredes doradas en el interior del edificio y su relieve simbólico en el exterior.
Hacia 1893, los azulejos fueron retirados del escenario, por la falta de soporte que brindaban a la estructura, y fueron reemplazados por un arco metálico en 1905.
En mayo de 2001, se añadió al interior del edificio una cámara con capacidad para 200 personas.
[6] Con menos renovaciones que el interior, el exterior del edificio aún conserva su belleza artística.
[5] Cuando Díaz Morales estuvo a cargo de la remodelación del teatro, mandó grabar la frase «Que nunca llegue el rumor de la discordia» a lo largo del frontis en la entrada principal.