Ballet clásico

Se originó en la corte del Renacimiento italiano y fue llevado a Francia por Catherine de Medici en el siglo XVI.

[1]​ El propósito de la academia era mejorar la calidad del entrenamiento de este baile en Francia, e inventar una técnica que pudiera ser usada para transformar el ballet en una disciplina formal.

El vestuario propio son los leotardos y las mediasallas, con una falda opcional (tutú).

Actualmente se ha ido diversificando el ballet desde las técnicas hasta la soltura a la hora de bailarlo, siendo estas primeras la herramienta principal con la que se forma a un bailarín, la técnica proporciona la base del baile, para que con ella el bailarín sea libre de poder expresar lo que a él le plazca.

Es también el nombre específico dado a una forma concreta de danza y su técnica.

Tradicionalmente, las mujeres los llevan rosados y los hombres blancos, mientras que los colores carne o marrones que dan la apariencia de bailar descalzo son llevados tanto por hombres como por mujeres.

A los bailarines jóvenes les está restringido el uso de zapatillas de ballet hasta que se osifiquen sus huesos y sus músculos sean suficientemente fuertes para poder bailar en punta.

Su origen se remonta al nacimiento de los ballets románticos en el siglo XIX.

Sala de Ballet en la Ópera de la Rue Peletier, óleo de Edgar Degas , 1872