Si bien adopta la técnica del ballet clásico, permite un mayor rango de movimiento.
Balanchine también incluyó a representantes de la danza moderna en su compañía, el New York City Ballet.
También durante estos períodos, coreógrafos tales como John Butler y Glen Tetley empezaron a mezclar técnicas modernas y el ballet como experimentación.
Tras el nombramiento de Barýshnikov como director artístico del American Ballet Theatre en 1980, trabajó con varios coreógrafos modernos, en especial, Twyla Tharp.
Tharp hizo la coreografía de Push Comes To Shove para el American Ballet Theatre en 1976; y, en 1986, creó In The Upper Room para su propia compañía de baile.