George Balanchine

Esta pieza fue concebida para ser bailada sin zapatillas, al estilo de la entonces naciente danza moderna.

En el verano del año siguiente, Balanchine, Alexandra Danílova, Tamara Geva o Zheva (1906-1997) -quien fue la primera esposa del coreógrafo-, y Nikolái Efímov fueron autorizados a salir de la Unión Soviética para realizar una gira por Europa Occidental, exiliándose en París huyendo de la Revolución rusa.

Serguéi Diáguilev (1872-1929), el trascendental fundador de los Ballets Rusos, los vio bailar y los invitó a hacer audición para su ingreso en la compañía.

Balanchine se destacó como bailarín pero, desgraciadamente, sufrió durante su estancia en los Ballets Rusos una severa lesión en la rodilla que lo obligó paulatinamente a dejar de bailar y concentrarse en ser coreógrafo.

Con la coreografía de Apollon musagète, George Balanchine no solo encontró su propia personalidad artística, sino que dio nacimiento al estilo neoclásico, o ballet abstracto, como también se lo conoció durante algún tiempo.

Al desintegrarse los Ballets Rusos, a causa del fallecimiento de Diáguilev, Balanchine transitó por varios proyectos desde coreografías para películas y compañías muy famosas.

Cabe acotar que parte esencial del éxito del New York City Ballet (NYCB) fue el entrenamiento de sus propios bailarines, depurando poco a poco el llamado estilo estadounidense de ballet.

Para esta pequeña compañía de público restringido Balanchine estrenó Los cuatro temperamentos (1946) y Orfeo (1948) entre algunas otras obras.

Sus enseñanzas han marcado generaciones al haber establecido una nueva cultura de baile Ruso-Americano siendo así un estilo neoclásico del Ballet Clásico.

Otorgó gran importancia al equilibrio, control, precisión y facilidad del movimiento.

Como primera corriente, basada en un orden cronológico, se remonta a sus orígenes en Rusia (estilo de los Ballet Imperiales Rusos).

Un ballet clásico puro, que sigue un orden tradicional, es decir, paso a dos, variaciones y coda.

Citando su primera obra al llegar a Estados Unidos, llamada Serenade con música de Chaikovski.

Según Balanchine, no había barreras para el ballet y la danza, también podía ser un entretenimiento que estuviese a la altura del musical.

Introduciendo así saltos y pasos juguetones, trote, posiciones más acrobáticas, lanzamiento de piernas, y entrepasos al estilo musical, tour chaine con mirada al frente, la preparación de los giros con ambas piernas estiradas en una 4.ª posición, entre otros.

En estas corrientes sus coreografías incluían valses, adagios y polonesas, propios de un ballet romántico.

Destacando así también figuras simétricas junto a ritmos regulares y brazos etéreos.

George Balanchine describía a sus bailarines como cuerpos bien entrenados, bonitos, con inteligencia, musicalidad, y una técnica excepcional.

Pero como consecuencia de esta esplendorosa brillantez, George Balanchine era muy riguroso y estricto con este físico.

El problema no reside únicamente aquí, sino en los sucesores del coreógrafo, que posteriormente aceptarán con gran naturalidad y énfasis este tipo de figura en cualquier aspirante a bailarina.

Tamara Geva, Vera Zorina, Maria Tallchief, Tanaquil Le Clercq y Suzanne Farrell.

Balanchine mostró su camino cuando dijo “la danza es mujer”, y todos los roles que consecuentemente creaba, fueron hechos para las bailarinas, sus musas eternas.

La facilidad para introducirse en este mundo se debe a su gran formación musical, que le ayudó a conocer y utilizar piezas de compositores tan diversos como Chaikovski, Hindemith, Ives, Gluck, Verdi, Bach...[2]​[3]​ Durante sus inicios con el mundo del cine Balanchine se impregna de la actriz - bailarina y la que fue una de sus musas, Vera Zorina.

Sin embargo, Balanchine se luce con el último baile "Slanghter on Tenth a Venue".

1940 Una bailarina (Vera Zorina) renuncia a sus compañeros de juego para casarse con un parisino rico (Richard Greene) que la toma por condesa.

No obstante, Balanchine participó en numerosas producciones cinematográficas como programas de televisión.