Los Contemporáneos

Realmente no existió un programa definido o un manifiesto generacional, aunque sí era evidente que todos aquellos que publicaron en la revista compartían un afán por modernizar no sólo la literatura, sino una buena parte de los aspectos más significativos de la cultura.

Tuvieron muchas influencias extranjeras que se proyectaban en sus obras, sobre todo de la literatura europea y estadounidense.

O, según dije no sé ya dónde, un grupo de soledades.

[3]​ En la segunda década del siglo XX se inició una polémica entre Los Contemporáneos y el Estridentismo.

A tal encuesta respondieron Federico Gamboa, Salvador Novo, Mariano Azuela, Saltiel Rosales, Enrique González Martínez, Rafael Calleja, José Vasconcelos, Agustín Basave, Luis Quintanilla, Victoriano Salado Álvarez, entre otros.

[4]​ Tanto Carlos Pellicer, Jaime Torres Bodet, Bernardo Ortiz de Montellano, José Gorostiza, Salvador Novo, Xavier Villaurrutia, Enrique González Rojo y Gilberto Owen, quienes estaban en contacto desde la Escuela Nacional Preparatoria, fueron colaboradores en las dos más sobresalientes revistas preparatorianas: San-Ev-Ank y Policromías.

[5]​ La última revista de este grupo fue Examen, fundada y dirigida por Jorge Cuesta en 1932.

[6]​ José Gorostiza, Ramos, Pellicer y Villaurrutia se quedaron sin sus empleos en la Secretaría de Educación Pública.

[5]​ Surgió en un contexto de hostilidad hacia los Contemporáneos: un par de meses antes, los periódicos habían lanzado fuertes críticas contra los miembros del grupo que habían llevado el Teatro Ulises al teatro Virginia Fábregas; por esos mismos días, Novo y Villaurrutia habían perdido su revista Ulises; asimismo, un año antes habían publicado una serie de novelas vanguardistas que ofendieron a los narradores de la Revolución y a sus seguidores.

Díaz Mirón, Nervo, González Martínez, Tablada, López Velarde tendrían derecho a figurar con algunas cuantas poesías.

No obstante, sin importar quién fue el iniciador, se puede afirmar con base en numerosos testimonios que la Antología fue producto de un trabajo colectivo abanderado y defendido vigorosamente por Cuesta.

[13]​ Este último afirma en el prólogo a la Antología:La selección y las notas de los poetas agrupados en las dos primeras secciones son fruto de una labor colectiva que casi quisiéramos llamar impersonal, y, en su mayoría, los poetas que constituyen la última sección del libro a invitación nuestra, seleccionaron algunas de las poesías que los representan.

Un redactor de Excelsior, Jorge D’Aubisson, comentó: Es una insolencia a la historia de México que estos sensitivos decidan quiénes son nuestros poetas y, peor aún, que ellos mismos pretendan serlo.

Xavier Villaurrutia llamó Grupo sin grupo a los Contemporáneos , del que fue destacado miembro