En el periódico El Diario del Hogar tuvo una columna que tituló Desde mi mesa, la cual firmaba con el seudónimo de «La Corcadiere».
Gamboa tenía 24 años cuando fue enviado a Guatemala; después le tocó trabajar en la legación de Argentina.
Su carrera en la diplomacia terminó cuando renunció, tras cuarenta y cuatro días en el cargo, para lanzarse como candidato a la presidencia, junto con el general Eugenio Rascón como vicepresidente, por el Partido Católico Nacional el 26 de octubre de 1913.
No fue sino hasta la aparición de Suprema Ley, en 1896, que alcanzó la madurez y un cierto éxito entre el público mexicano.
La obra que le dio fama nacional e internacional es, curiosamente, la única que tiene por protagonista a una mujer: Santa, escrita durante su misión diplomática en Guatemala y publicada originalmente en 1903.
[3] Esta obra fue, en palabras de José Emilio Pacheco, «el primer best seller mexicano […] (y) al mismo tiempo su contrario: el long seller, el libro que continúa leyéndose a lo largo de muchos años».
[6] Federico Gamboa ha pasado a la historia como uno de los novelistas mexicanos más representativos del régimen de Porfirio Díaz; José Emilio Pacheco afirma que Gamboa era «un desarraigado geográfico que en la sociedad porfiriana encuentra un sitio».