Paramount le puso maestros de inglés, drama, canto y baile, pero nunca la lanzó como estrella.
Por eso en 1943, Esther Fernández aceptó la oferta de regresar a México para protagonizar Santa, una historia que ya se había filmado dos veces, durante la época del cine mudo y como la primera película mexicana con sonido óptico.
Norman Foster llegó desde Hollywood para dirigir la tercera versión, con José Cibrián y un joven Ricardo Montalbán en los principales papeles masculinos.
En 1944, el director John Farrow vio las pruebas que la hicieron en Paramount y la eligió para la cinta Two Years Before the Mast, al lado de Alan Ladd.
Ella dijo que este «retiró» en realidad era obligatorio, pues los productores estaban ocupados con la introducción de actrices más jóvenes.
Ella aceptó en broma y cuando Armendáriz la llevó para concretar la unión, Fernández salió corriendo, aunque a pesar de esto, decidieron terminar como amigos.