Chucho el Roto
Según informes, se convirtió en astuto bandido y estafador al no encontrar otro camino para vengarse de un millonario que lo mandó a presidio.[1] La doctora e historiadora Sofía Valencia lo señala como nacido en Chiautempan hacia 1858, del linaje del presbítero y bachiller don Pedro de Arriaga, quien ciertamente fungió como cura párroco de esta ciudad entre 1836 y 1850.Matilde del Frizac y él procrearon una hermosa niña, a quien pusieron por nombre María de los Dolores (Lolita).Se comenta que cuando nuevamente intentó escapar, fue traicionado por un compañero de celda apodado “Bruno".[4] Herido de bala, fue recapturado, y al pasar por la plaza principal de la fortaleza, el coronel Federico Hinojosa, director del penal ordenó: -¡Que le den doscientos latigazos a ese desgraciado!El féretro fue custodiado por guardias contratados por Matilde y trasladado por ferrocarril a la Ciudad de México para que se le diera cristiana sepultura.