Estudió Derecho y obtuvo el título de abogado.
Por este motivo, cuando cayó el régimen huertista, Antonio de la Peña debió exiliarse a Cuba por cinco años.
Durante su estancia en este país, colaboró para varios periódicos.
En 1923 se reintegró a trabajar en la Secretaría de Relaciones Exteriores, colaboró para Genaro Estrada, quien era oficial mayor de la misma.
Durante esta época investigó, compiló, y realizó trabajos de paleografía y transcripción de documentos para conformar la primera serie de dieciocho volúmenes del Archivo Histórico Diplomático Mexicano que dirigió el propio Genaro Estrada.