La dignidad y los problemas morales de la condición humana fueron el eje en torno al que se desarrolló su obra.Fue especialmente influyente por sus aportaciones al derecho, aunque también tuvieron gran repercusión sus estudios sobre teología y sobre aspectos morales de la economía.No escribió personalmente todas sus obras, sino que han llegado recogidas por sus alumnos o por secretarios a partir de sus lecciones y relecciones (repeticiones que resumían al final del curso las lecciones del año).Sus enseñanzas y métodos pedagógicos dieron su fruto en forma de numerosos teólogos, juristas y universitarios a los que bien enseñó directamente o bien se vieron influidos por sus teorías como Melchor Cano, Domingo Báñez, Domingo de Soto, Francisco Suárez, entre otros, formando la llamada Escuela de Salamanca.La doctrina católica de su tiempo tenía el afán de lucro desordenado de los comerciantes por pecado[5], y los comerciantes se dirigieron a él para solventar sus dudas pues, o dejaban el comercio, o se condenaban, lo que le indujo a tratar temas económicos.Este fue el inicio del Ius gentium (derecho de gentes).Gracias a estos dos religiosos, en 1542 se promulgaron las Leyes de Indias, que afirmaron que los indios eran seres humanos libres y los ponía bajo la protección directa de la Corona.Es lícito hacer la guerra, pero la única causa justa para comenzarla es responder proporcionadamente a una injuria.Por tanto no es lícita la guerra simplemente por diferencias de religión o para aumentar el territorio.Mientras que Nicolás Maquiavelo consideraba al Estado como un conjunto moralmente autónomo (y que, por tanto, no podía ser juzgado según normas externas), en Vitoria la actuación en el mundo tiene límites morales.Emanada del dogma cristiano, la moralidad predominante sostenía que era legítimo conquistar a los indígenas y gobernarlos.No se puede forzar las creencias: son una acto de libre albedrío y este nos lo da Dios.[6] Con los Justos Títulos, fray Francisco de Vitoria sentó, en primer lugar, negar los derechos concedidos a los Reyes Católicos.El mundo debe regirse por un derecho natural, y la guerra se rige por una ley del ius gentium.Los indios formaban estados organizados y como tal solo se les podía declarar la guerra en caso de que negaran a otros pueblos derechos que concede el orden natural, como al impedir el comercio, la prédica del evangelio y las relaciones pacíficas entre los pueblos.
Estatua de Francisco de Vitoria en el monumento a Santo Domingo de Guzmán en
Burgos
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