[3][4] Es director del "Instituto Juan Andrés de Comparatística y Globalización", entidad que actualmente mantiene el referido Premio, sustenta Ediciones Instituto Juan Andrés[5] y la Biblioteca digital HUMANISMOEUROPA.org.
Dirige la serie "Metodologías Humanísticas en la Era Digital", así como las colecciones "Mayor"[6] y "Menor"[7] de Editorial Verbum, donde ha llevado a cabo una reconstrucción del humanismo en clave hispánica así como de la Estética española en ese marco.
Esto, que ya iniciado el siglo XXI el autor define como una Estética de Conciencia-Realidad, puede sintetizarse en cinco argumentos consecuentes: 1.
Del mismo modo que la Fenomenología deviene Hermenéutica general, esta puede devenir Fenomenografía.
La Estética posee presuposición ética y cabe ser establecida nuclearmente mediante la relación naturaleza-paisaje / sujeto-personaje / tránsito-viaje.
Es preciso: elaborar una epistemología de las Ciencias Humanas pareja a la usual de las Ciencias físico-naturales y en consecuencia completar el conjunto del saber organizado evitando la invasión tanto del sociologismo como del cientificismo; fundamentar la Ciencia literaria y comprender el sentido reflexivo y la función literaria y filosófica del Ensayo, así como la dimensión ingente de los Géneros Ensayísticos, los cuales definen la construcción histórica del pensamiento y la otra mitad de la Literatura junto a la tríada de los géneros literarios artísticos.
La proposición Metodologías Humanísticas en la Era Digital puede ser utilizada como instrumento para nuestro tiempo tanto en planos epistemológicos como académicos formales.
Ahora bien, es un hecho que la reciente ética gadameriana de la facticidad, que en realidad hereda a Heidegger negando a Dilthey por cuanto anula "actitud" y "valor", significa el desmontaje de toda Ética como categoría disciplinar y fundante.
Son esos dos los conceptos con que García Morente fundamentó la idea de lo clásico.
La cultura china, sabiamente tradicional y no teísta, por ello conciliable con el evolucionado teísmo cristiano, ha pasado a definir sin embargo, en virtud del totalitarismo, no la solución sino parte del problema.
Asia y Occidente debieran alcanzar una especial "religación como 'Convergencia Ética' además de espiritual".