Animales en la Primera Guerra Mundial

[19]​ El Ejército británico no disponía de burros y mulas al inicio de la guerra, aunque ya se habían llegado a usar en las guerras bóeres, pero a medida que fue más difícil adquirir caballos los fueron sustituyendo por los primeros.

Las 26 mulas que quedaron vivas al final del asedio fueron fusiladas por los soldados para no dejarlas en manos de los turcos.

[20]​ La Fuerza Expedicionaria Estadounidense, como se denominaba al ejército de los Estados Unidos enviado a Francia, contaba con unas 60.000 mulas entre sus filas.

[7]​ En la campaña del Senussi, en 1916, la Fuerza Expedicionaria Británica Egipcia estableció la Cuerpo Imperial de Camellos (Imperial Camel Corps Brigade) con unas 3.800 unidades de infantería montada a camello formada por cuatro batallones; uno británico, uno neozelandés y dos australianos.

[25]​ También estableció el Cuerpo Egipcio de Transporte a Camello (Egyptian Camel Transport Corps) que contaba en 1916 con 20.000 camellos utilizados para abastecer el frente y los trabajos de construcción del ferrocarril palestino.

Los camellos tenían otro uso secundario en el Ejército británico, que era el de alimentar el fuego con sus excrementos secos del hornillo de campaña Soyer, diseñado por el cocinero francés Alexis Soyer, y ampliamente utilizado en las filas británicas.

[25]​[23]​ Cemal Bajá, general del Cuarto Ejército otomano, siempre estaba protegido por un escuadrón de guardias montados a camello.

[33]​ Francia movilizó 60.000 palomas durante la guerra de las que llegaron a morir unas 20.000, como recuerda el monumento a las palomas mensajeras de la Primera Guerra Mundial situado en Lille, Francia.

[7]​ La asociación Homing Pigeon Society de Birmingham, con 20.000 miembros, ofreció 30.000 palomas para este propósito.

[32]​ Llegó a realizar pruebas en el frente occidental con pequeñas cámaras de reconocimiento transportadas por palomas, diseñadas por el inventor alemán Julius Neubronner, aunque el desarrollo de la aviación hizo que el invento no se llegara a utilizar.

[42]​ Unos 100.000 perros fueron utilizados por los distintos beligerantes durante el conflicto, especialmente por Alemania y Austria-Hungría que ya usaban los perros en el ejército antes de la contienda y contaba con varias escuelas militares para su entrenamiento.

[50]​[51]​ El mastín belga se extinguió a mitad del siglo XX, después de la Segunda Guerra Mundial.

[55]​ El quinto batallón de la Fuerza Expedicionaria Canadiense tuvo una cabra como mascota llamada Bill que ostentaba el grado de sargento y fue conmemorada con tres medallas durante la guerra, y se encuentra taxidermizada en el museo Royal Saskatchewan.

[13]​ Los insectos, como los piojos, los mosquitos o las pulgas fueron una causa importante de transmisión de las enfermedades infecciosas durante la guerra como la disentería, el cólera, la malaria, la sarna, la fiebre tifoidea o la peste equina africana.

Serbia en 1914 justo terminaba la segunda guerra balcánica contra el Imperio otomano, por lo que el país estaba devastado.

La Fuerza Expedicionaria Estadounidense reportó que más del 60% de todos los animales enfermos tenían sarna.

[76]​ Las babosas de la especie Limax Maximus fueron investigadas por Paul Bartsch para detectar gas mostaza ya que son tres veces más sensibles a la presencia de este veneno, ampliamente utilizado por ambos bandos.

Las babosas indicaban la presencia del gas cerrando los poros de respiración y comprimiendo sus cuerpos.

[77]​[78]​[79]​ Durante la Primera Guerra Mundial, la comida se convirtió en un tema importante para los asuntos militares y civiles.

La guerra también aceleró el aumento del consumo de comida procesada, tanto enlatada como congelada, debido entre otras cosas a que los rebaños de animales no se podían criar cerca del frente.

[82]​ Aunque los países aliados estuvieron en general en una mejor situación en cuanto al acceso y distribución de la comida, mantenerlo en buen funcionamiento también suponía un reto.

[85]​ Los soldados del frente a menudo mantenían animales, como los pollos, para suplementar las raciones.

La Blue Cross reportó haber tratado durante la contienda a unos 50.000 caballos con dinero recaudado principalmente de donaciones.

[13]​ La contrapartida estadounidense a la Blue Cros fue la American Red Star Animal Relief, posteriormente Red Star Rescue, creada en 1916 con la estructura de un cuerpo veterinario con el propósito de ayudar a los animales heridos.

[86]​ Este departamento era relativamente nuevo en 1914 ya que aunque el Ejército contaba con un servicio de veterinaria desde 1796, el Army Veterinary Service, éste estaba formado por veterinarios contratados en cada regimiento de caballería.

[7]​ El Army Veterinary Corps se encargaba de organizar los hospitales veterinarios necesarios, los cuales eran tanto fijos como móviles.

[95]​ Cada división de caballería contaba con un hospital veterinario móvil, organizado por la sección Mobile Veterinary Section (Sección Veterinaria Móvil), el cual trataba a los caballos, mulas y camellos heridos.

[43]​[97]​ El Cuerpo Veterinario del Ejército de los Estados Unidos se formó como organismo independiente durante la Primera Guerra Mundial.

Previamente los veterinarios e inspectores del ejército eran asignados como individuos a las otras unidades.

Los animales enfermos o heridos eran enviados a pie hasta el hospital más próximo, y los que no había expectativas de que se llegasen a curar en menos de 30 días eran sacrificados.

El rey Pedro I de Serbia en un carro de artillería tirado por bueyes durante la retirada de Serbia en 1915.
Soldado italiano de los Alpini que llevan una mule, tela de Achille Beltrame , 1916.
Hombres, dromedario y perro del servicio médico del ejército otomano en el frente palestino , 1918.
Perro del servicio médico austrohúngaro, 1914-1918.
"Perros sanitarios", especial de la revista Le Petit Journal , 8 de febrero de 1918.
Photographie noir et blanc de l'éléphante avec un soldat la tenant à la bride.
Elefante Jenny cargando leña en 1915.