La región del Hiyaz tenía algunas infraestructuras estratégicas, en particular el ferrocarril del Hiyaz, que había sido puesto fuera de servicio durante la guerra debido a que era utilizado para reforzar a las fuerzas turcas en la región.
A cambio de la legitimidad que otorgaba controlar las santas ciudades de La Meca y Medina, el Imperio financiaba su administración, mientras el Jerife obtenía prebendas y prestigio como gobernante en la práctica.
[3] Poco antes del estallido de la guerra se promulgaba una nueva Ley de los Valiatos, por la que la Sublime Puerta pretendía fortalecer la autoridad central turca, así como extender el ferrocarril del Hiyaz de Meca a Medina, lo que chocaba frontalmente con los intereses locales.
[5] Además del califato, McMahon prometió un reino árabe independiente, cuyas fronteras se extenderían hacia el norte por Mesopotamia, Palestina y la Gran Siria.
Temían que eso provocara suspicacias en otros aliados árabes y, especialmente, no querían dañar sus relaciones con los Saúd, con quienes se había firmado el Pacto de Darin.
Se producirían paralelamente dos acontecimientos que vendrían a contradecir lo expresado en las misivas de McMahon: primero, se firmaba el Acuerdo Sykes-Picot por el que británicos y franceses se repartían Oriente Medio, mediante la partición de Palestina, Irak y Siria en zonas de influencia atribuidas a ambos países.
Además, Hussein se hubo de enfrentar a las tensiones fronterizas con el sultanato del Néyed, acrecentadas por el bloqueo del paso a los peregrinos procedentes de dicho territorio.
El éxito del proselitismo wahabí entre las tribus árabes provocó que Hussein fuese quedándose progresivamente sin apoyos, viéndose obligado a proteger su territorio con un ejército mercenario escaso y mal pagado.
Pese a ello, las fuerzas wahabíes entraron finalmente en Meca en octubre de 1924.
[17] Recién en 1920 se acuñaron monedas propias del Heyaz con la fecha de 1334 AH y con el año 5 (1916 + 5 = 1920), o sea, los años transcurridos desde la independencia de los otomanos hasta la conquista por el Néyed en 1925.