Un herrador es una persona especializada en el cuidado de los cascos de los caballos, mulas y burros.
El cuidado incluye el recorte, asegurar el equilibrio de los cascos y la colocación de herraduras, si es necesario.
[1]Este oficio tuvo gran importancia en toda Europa desde la Edad Media y en Norteamérica desde el siglo XVIII hasta la revolución industrial dado el elevado número de ganado equino que había.
Con la industrialización del campo y la aparición del automóvil la ganadería equina disminuyó enormemente su número quedando relegada principalmente a un uso ocasional de tipo deportivo o recreativo.
Era común la existencia de potro de herrar en los pueblos, una estructura realizada generalmente en piedra y madera donde se sujetaban los animales para facilitar la labor del herrador.