Todos los combatientes principales en la Primera Guerra Mundial (1914-1918) iniciaron el conflicto con fuerzas de caballería.Las potencias centrales, el imperio alemán y el imperio austro-húngaro, dejaron de usarlas en el frente occidental poco después de que comenzara la guerra; no obstante, siguieron desplegándolas en forma limitada en el frente oriental hasta bien entrada la guerra.Aunque no fue muy exitosa en el frente occidental, la caballería aliada sí tuvo algún logro en el frente del medio oriente, posiblemente debido a que se enfrentó un enemigo más débil y menos avanzado tecnológicamente.Los militares utilizaron caballos principalmente para apoyo logístico durante la guerra; eran mejores que los vehículos mecanizados en el viaje a través del barro profundo y en terrenos irregulares.La presencia de caballos, a menudo, aumentaba la moral entre los soldados en el frente, pero los animales contribuían a diseminar enfermedades y al mal estado sanitario en los campos por causa del estiércol y los caballos muertos.La adquisición de alimentos equinos era una cuestión importante y Alemania perdió muchos caballos por inanición al faltarle forraje.Varios monumentos han sido erigidos para conmemorar a los caballos que murieron.Artistas, incluido Alfred Munnings, documentaron extensamente el trabajo de los caballos en la guerra y estos fueron representados en poesía bélica.En Cambrai, las tropas de Gran Bretaña, Canadá, India y Alemania participaron en las acciones montadas.De estos 450.000 caballos 10.000 fueron comprados a la población civil mediante el Horse Registration Scheme, un registro voluntario establecido en 1887, y otros 120.000 fueron requisados.