Se fortalecieron las posiciones atrincheradas aproximadamente sobre las líneas resultantes tras la segunda batalla, y ambos bandos realizaron reconocimientos regulares a caballo por el flanco oriental abierto.
El Cuarto ejército Otomano también fue reestructurado más o menos por la misma época.
Ya que el punto muerto continuaba en condiciones terribles durante del verano, los refuerzos empezaron a llegar para reemplazar al gran número de bajas padecido por las EEF durante las anteriores batallas por Gaza.
Los defensores otomanos también se reforzaron por aquellas fechas, y ambos bandos llevaron a cabo entrenamientos mientras se encargaban de las líneas del frente y controlaban el flanco oriental abierto.
Aun así, estos ataques solo tuvieron un éxito parcial debido a la fuerza de la guarnición.