Durante 1910, el general ruso Yuri Danilov desarrolló el "Plan 19", según el cual cuatro ejércitos invadirían Prusia Oriental.
Al mismo tiempo, en el sur, tuvieron éxito en la invadieron Galitzia, derrotando allí a las fuerzas austrohúngaras.
Como resultado, las Fuerzas Armadas Austrohúngaras quedaron fatalmente debilitadas, y finalmente Rumanía decidió entrar en la guerra del lado de los Aliados.
Inicialmente el Imperio ruso obtuvo algunas victorias sobre Austria-Hungría e invadió Prusia Oriental en las primeras semanas de agosto.
Los austriacos por su parte atacaron por el sur en los Cárpatos, pero fueron frenados por los rusos, si bien a costa de grandes pérdidas.
El jefe del Estado Mayor austrohúngaro, Franz Conrad von Hötzendorf, había ordenado la ofensiva precipitada contra el Zarato de Polonia y, tras unos días de rápidos avances, se había topado con el grueso del Ejército ruso al mando del gran duque Nicolás que, tras duros combates, había hecho retroceder a los austrohúngaros.
[6] Al retroceder los alemanes, los rusos volvieron a atacar en la batalla de Łódź, pero fueron derrotados, aunque ambos ejércitos sufrieron cuantiosas bajas.
En la fase inicial de la guerra, las ofensivas de Rusia en Prusia del Este acabaron con bastantes tropas alemanas del frente occidental para permitir que los franceses, belgas y británicos pararan el avance alemán.
Se comentaba que la zarina Alejandra Fiódorovna, nacida en la entonces enemiga Alemania manejaba los asuntos de Estado, controlada por el monje Rasputín.
Ante la amenaza revolucionaria el zar respondió con más represión y en febrero de 1917 se ordenó a las tropas del zar disparar contra los manifestantes en Petrogrado durante la Revolución de Febrero.