Un monumento conmemorativo o simplemente monumento[1][2] es un lugar u objeto cuya función es conservar la memoria de un hecho, de una persona o de un grupo de personas, por lo general ya fallecidas.
Entre las distintas formas de monumentos conmemorativos están los elementos más visuales del paisaje urbano o distintos tipos de monumento (estatuas, cruces o fuentes); e incluso parques conmemorativos enteros, como los que preservan antiguos campos de batalla.
Los tipos de monumentos más comunes y sencillos son las lápidas o placas conmemorativas, incluyendo las que nombran las calles, tengan o no relación con algún lugar significativo para el personaje o hecho recordado.
Esta relación es importante ya que el diseño como forma en que conocemos el mundo es «un proceso de cohesión de recuerdos que en realidad son toda una propuesta de recuerdos que terminan siendo un esquema de evocaciones propias y ajenas, cuyo requisito es convencer de su apropiabilidad, siempre en congruencia y equivalencia con la admisibilidad del usuario.
Porque es una donde los recuerdos deben ser recordados por el usuario, que nunca los tuvo en realidad y, si se va a identificar con el objeto, esta es la manera de apropiárselo.