Novela de aprendizaje

El término alemán de Bildungsroman fue acuñado en 1819 por el filólogo Johann Karl Simon Morgenstern en sus cátedras universitarias, y retomado de manera célebre posteriormente por Wilhelm Dilthey, quien le dio legitimidad en 1870 y lo popularizó en 1905.[1]​[2]​ El género se caracteriza además por una serie de características formales y temáticas.[8]​ En el siglo XX, el género se expandió a Alemania, Gran Bretaña,[9]​ Francia,[10]​[11]​ y muchos otros países alrededor del mundo.[12]​ A medida que el género fue avanzando, fue posible encontrar Bildungsromane negativos, en los que se cuentan los fracasos de los personajes como, por ejemplo, en Anton Reiser, de Karl Philip Moritz, y modernos Bildungsromane como Carta breve para un largo adiós (Der Kurze Brief zum langen Abschied, 1972), de Peter Handke.El género a menudo presenta un conflicto principal entre el personaje protagonista y la sociedad.En algunas obras, el protagonista logra extender su mano para ayudar a otros una vez que ha alcanzado la madurez.