Probablemente es el libro más acabado y completo de todos los míos».
En la segunda cuenta la estancia de Hurtado como médico en Alcolea, aprovechada para mostrar la penosa situación del campesinado (caciquismo, ignorancia, desidia, resignación), el retorno a Madrid (donde trabaja como médico de higiene.
El intermedio filosófico (IV) descansa en el diálogo directo (es, por lo tanto, radicalmente diferente al resto de la novela, ya que en ella predomina la narración en tercera persona con narrador parcial).
Las características están presentes en toda la obra, y se ven reflejadas en varias ocasiones de una manera muy clara, como todo el pesimismo en el que se centra en la obra.
Julio Aracil y Jaime Massó, Montaner, Fermín Ibarra, Rafael Sañudo, Antonio Lamela, amigos o compañeros de Andrés.