Sus ojos miraban a Dios

La autora lo escribió mientras se encontraba en Haití, recolectando el folklore para un estudio antropológico.

Esta niña fue violada durante su adolescencia y de ahí nació Janie.

Después de esto Janie se reconcilia con la comunidad afrodescendiente de Everglades, que le pide que se quede, pero ella decide regresar a Eatonville, donde la esperan críticas y rumores.

El libro, escrito en la lengua vernácula del sur afroamericano, ha atraído también las críticas de aquellos que creen que hace una caracterización de los afroamericanos como ignorantes, aunque Hurston también fuera afrodescendiente.

Críticas muy similares se hicieron para Las aventuras de Huckleberry Finn de Mark Twain, pero mientras Twain transforma esta lengua vernácula en un personaje tridimensional, visto a través de Huck, Hurston emplea el dialecto del sur para mostrar que complejas relaciones sociales y rasgos comunes del lenguaje metafórico también son posibles en un lenguaje que muchos consideran por debajo del nivel establecido.