Narra la historia de Hans Giebenrath, niño prodigio capaz de obtener las mejores calificaciones en todo y que es admitido en un seminario de alto nivel y con Hans como hilo conductor hace una crítica demoledora al sistema educativo que solo se interesa por el desarrollo académico del alumno, olvidando el desarrollo personal y emocional.
A través del libro se deja entrever la infancia y adolescencia interrumpida de Hans.
“Su alma había abandonado el país de la infancia, que nunca más se vuelve a encontrar”.
Sin embargo, la llegada al seminario, donde se encontrará con muchos iguales y con el antagonista Hermann Heilner, borrará ese sueño.
Emma representa un extremo que Hans no había considerado nunca; él mismo huye despavorido ante las lujuriosas pretensiones de ella.
Es la segunda novela que escribió y ya tiene todas las cualidades que luego hicieron famosa la obra del alemán, por ejemplo, siempre le dedica especial atención a las estaciones, la naturaleza y los paisajes.
La novela contiene cierta carga biográfica al haber recibido el autor formación en un seminario.