[2][3] El "Viva el Rey" se habría estado usando desde tiempos inmemoriales en múltiples revueltas.
Se usó en varios eventos históricos, por ejemplo: Tras consolidarse la Colonización española de América, se exportaría este lema entre los súbditos americanos, los cuales lo aplicarían para defender el Derecho indiano, sin cortar con los Habsburgos españoles, pues la figura del Rey era garante del cumplimiento de los pactos hechos entre las comunidades políticas americanas (representadas usualmente por Caciques y Encomenderos) y la Corona de Castilla.
Se empezaría a usar con mayor regularidad en los Virreinatos Americanos en el siglo XVIII, como reacción al descontento que provocaron ciertas Reformas borbónicas de corte Regalista en la Sociedad política indiana.
[13] Con el tiempo terminó expresando un rechazo general al Absolutismo español y sus tendencias centralistas propias del Regalismo español, exigiendo el pueblo que los Reyes españoles corrijan lo que consideraban era un atentado del estado central a su soberanía Corporativa, como también un lema anti-corrupción en los grupos rebeldes moderados (que no querían cortar con el Imperio español, si no que reformar las autoridades regionales, haciendo un llamado de justicia al Rey o el Virrey).
Finalmente, durante el Trienio Liberal, una facción Tradicionalista se solidarizaría con la causa de las Partidas realistas (sobre todo los Apostólicos y proto-Carlistas) e invocarían la frase para defender una Reacción Contrarrevolucionaria a las autoridades liberales del mal gobierno que atentaban contra la religión, el rey y la nación con sus ideas Ilustradas (ello incluía también a los absolutistas por ser partidarios de las innovaciones del Despotismo ilustrado, como su Regalismo).
También fue usada por los realistas divididos durante la Rebelión de Olañeta, donde ambas partes se acusaban mutuamente de liberal (mayormente a La Serna) o absolutista (mayormente a Pedro Antonio Olañeta) y que atentaban contra los derechos del rey y el buen gobierno de la Monarquía Católica.
Posteriormente Juan José Castelli predicaría con el lema en los pueblos andinos para intentar sublevarlos, pues era de conocimiento común entre los campesinos indígenas del Ande.
[29] Solía ser invocado por la Real Audiencia de Quito para fundamentar cuestiones administrativas.
[35] Se invocó durante la insurrección del comerciante Canario, Juan Francisco de León, en 1749 contra la Compañía Guipuzcoana.
[44] Actualmente hay analistas políticos que creen que dicha fórmula se sigue practicando bajo otros medios más deformes, ideologizados y caudillescos en los actuales países de Latinoamérica.
En donde, a ausencia de la figura del Rey, se presentan comportamientos involuntarios de "Viva el Presidente, fuera el mal gobierno" en las masas modernas y sus actitudes partidistas en Democracia liberal.