República Napolitana (1647-1648)

En la primera mitad del siglo XVII, el virreinato de Nápoles se encontraba inmerso en una profunda crisis económica que afectaba a toda Europa.

[5]​ Las necesidades financieras de la Corona hicieron que aumentase enormemente la deuda pública y la presión fiscal napolitanas.

[6]​ Este contraste dividía el reino en dos sociedades distintas: la capitalina urbana y la del campo.

[6]​ En la vecina Sicilia, donde las revueltas estallaron antes aunque tuvieron menor entidad, existía una tasa de urbanización muy alta y existían dos grandes ciudades, Palermo y Mesina que contaban cada una con unos cien mil habitantes.

[14]​ Se calcula que, entre 1631 y 1644, el reino aportó a las arcas gubernamentales ochenta millones de ducados.

[16]​[17]​ El grupo más afectado por la política virreinal fue, sin embargo, el formado por la pequeña burguesía: artesanos, pequeños comerciantes...[17]​ La venta de patrimonio real favoreció la feudalización del reino y la recuperación económica de la vieja aristocracia.

[19]​[21]​ La nobleza mantuvo fundamentalmente su apoyo a los Austrias, cuya política en Nápoles les favorecía.

[23]​ Masaniello dominó la revuelta apenas unos días de julio (del 7 al 16, día en que fue asesinado).

[24]​ Los diversos focos rebeldes no lograron compenetrarse para resistir la reacción de la Corona.

[24]​ Para contener la revuelta, el virrey ordenó aumentar el peso del pan y abolir las gabelas creadas tras el reinado de Carlos V.

[24]​ Se redactaron el 9 del mes y el virrey los juró el día 13, antes de remitirlos a la corte madrileña.

[30]​[31]​[25]​ El Gobierno francés, dominado a la sazón por Mazarino, desconfiaba, empero, de la fracción profrancesa en Nápoles, y únicamente apoyo a los rebeldes como distracción, para desgastar las fuerzas españolas en Italia y debilitar otros frentes.

Cuando la flota española conducida por Juan José de Austria vino para calmar a los últimos insurrectos, una nueva rebelión estalló.

Esta vez la rebelión no fue protagonizada por los lazzari (pobres napolitanos) y que simplemente se rebelaban contra la clase dirigente, sino que ahora la rebelión era guiada por el escopetero Gennaro Annese y con un claro carácter antiespañol.

Los napolitanos buscaron el apoyo francés y llamaron a Enrique de Guisa para confiarle la jefatura del nuevo Estado.

[34]​ Paradójicamente, Mazarino no confiaba en el duque,[31]​ contra el que llegó a urdir algunas conjuras, ayudado por el carácter despótico del gobierno de este en Nápoles.

En 1648 el duque de Guisa logró tomar Aversa, pero la situación no cambió mucho.

[33]​ Este entabló negociaciones con los dirigentes republicanos mientras llegaba el nuevo virrey, el hábil conde de Oñate.

[35]​[31]​[11]​ Los rebeldes moderados, encabezados por Vincenzo D'Andrea, habían pactado con los españoles y dispuesto su entrada en la ciudad.

Los franceses entonces intentaron desembarcar en la vecina isla de Procida, pero atacados por las fuerzas españolas, tuvieron que escapar.

Esta vez sí lograron conquistar Procida, pero tras sus derrotas en Isquia, Pozzuoli y Salerno, abandonaron cualquier esperanza de tomar Nápoles.

[40]​[39]​ Los rebeldes lograron la supresión de cinco gabelas que gravaban alimentos básicos y el nombramiento de un nuevo Parlamento, formado por hombres del virrey y dos comerciantes adinerados escogidos por los gremios, que se habían sumado a la revuelta.

[40]​[39]​ A lo largo del mes estallaron protestas similares en numerosas localidades de la isla, con iguales motivos antifiscales y en las que al pueblo llano se unieron algunos miembros de la clase media.

[45]​[43]​ En julio, cuando ya había logrado recuperar el control de casi toda la isla, desplegó tropas españolas en Palermo.

[46]​ Sí salió derrotada la plebe y los sectores más radicales de la fallida rebelión.

[46]​ Tanto don Juan José como luego Oñate trataron además de mejorar la situación fiscal del Gobierno, limitando los pagos a acreedores.

[47]​ La presión cedió en la capital, a cambio de aumentar en el campo, que quedó, empero, dominado por la nobleza.

Moneda de 1648 con el escudo de armas de la República de Nápoles.
Masaniello es una de las más importantes figuras de la tradición napolitana. Símbolo de la revuelta, la encabezó en realidad apenas unos días, antes de ser asesinado a mediados de julio por una fracción de los insurrectos.
Enrique de Guisa . Aventurero francés que asumió la dirección de la Serenísima Real República Napolitana, aunque en constante competencia con Gennaro Annese , sin lograr un apoyo decidido de la nobleza, en la que deseaba cimentar su poder autoritario.
La rendición de Nápoles a don Juan de Austria (1648) por Carlo Coppola ( Museo de San Martino , Nápoles ).