Cabildo colonial

El nombre completo con que se encabezaba cada uno era Muy Ilustre Cabildo, Justicia y Regimiento de....

1]​ En efecto, los cabildos asumieron amplias atribuciones de gobierno y justicia, llegando en algunos casos a nombrar directamente al gobernador.

Como resultado del lento y gradual –pero efectivo– cambio social, los descendientes de los fundadores fueron reemplazados como cuerpo de "vecinos" a representar por los nuevos grupos enriquecidos, muchas veces admitidos por acuerdos con los regidores perpetuos.

[1]​ Por su parte, los cargos en los cabildos de las localidades menores no fueron puestos en venta, aunque cabe resaltar que muchas veces quedaban vacantes sin cubrir.

No obstante, los gobernadores y virreyes generalmente se esforzaban por no entrar inútilmente en conflictos con los cabildos, que serían los primeros consultados al producirse su juicio de residencia al final de su mandato.

Hasta ese momento, los reinos americanos dependían directamente del rey, que las administraba a través de los virreyes y gobernadores como representantes suyos.

Sin embargo, los cabildos lograron resistir al esfuerzo centralizador de los Borbones e incluso fortalecer su poder.

Los notables locales, que inicialmente se habían visto perjudicados por el cobro de nuevos impuestos lograron acceder a lugares de privilegio dentro del poder militar acrecentando así su poder.

Ese fue el comienzo de las distintas revoluciones que iniciaron a su vez la Independencia Hispanoamericana.

Efímeramente tuvo éxito en Montevideo, el Alto Perú (Bolivia actual) y Quito.

Posteriormente perdieron su carácter de autoridad legislativa, y por último fueron disueltos como órganos judiciales.

[6]​ En el caso de México, los cabildos han continuado hasta el día de hoy ejerciendo como autoridades municipales, si bien su naturaleza, elección y funciones han variado sustancialmente.

[7]​ A finales del período de soberanía española –principios del siglo XIX– los cabildos estaban constituidos por varios regidores, dos alcaldes ordinarios, el alférez real y el alguacil mayor como cargos electivos.

La elección de los funcionarios más importantes era consultada con la autoridad central, pero esta no tenía derecho a proponer reemplazos.

3]​ Las capitales de provincia podían tener ocho y las ciudades subalternas seis.

Las villas, de categoría inferior a las ciudades, tenían cuatro regidores, y se los denominaba frecuentemente como medios cabildos.

Como en el caso de los regidores –al menos en teoría– se debía preferir a los primeros pobladores y sus descendientes.

Inicialmente los alcaldes eran autoridades exclusivamente judiciales, que llevaban adelante los juicios en primera instancia.[n.

Los alcaldes ordinarios dirigían la vida de la ciudad, presidían el Cabildo colonial y eran la primera autoridad municipal.

Inicialmente era el oficial que comandaba las milicias de la ciudad, elegido anualmente.

Lo representaba en cualquier juicio que se llevara ante la real audiencia, o en solicitudes ante los gobernadores y/o virreyes.

Era nombrado anualmente por los regidores, aunque no estaba prohibido que ocupara el cargo en años consecutivos.

Hacia fines del siglo XVIII, estos últimos fueron reemplazados por comisarios en las ciudades mayores, uno por cada barrio.

Las atribuciones del Cabildo eran de tres tipos: judiciales, administrativas y políticas.

Las judiciales –administrar justicia en primera instancia– las ejercía el Cabildo por medio de los alcaldes ordinarios.

Estas funciones las cumplía el Cabildo por medio de sus regidores, alférez real, alguacil, procurador y demás funcionarios municipales.

En estos casos, el Cabildo apelaba directamente al rey para solicitar la suspensión o modificación de estas órdenes.

Dado que generalmente esos recursos solo eran suficientes para la administración burocrática, se recurría repetidamente a los "arbitrios".

[9]​ Las sesiones del cabildo podían ser de dos tipos: ordinarias y extraordinarias.

Las personas convocadas eran designadas por el cabildo invitante sin intervención del pueblo y constituían la aristocracia local; pero, con todo, la circunstancia de llamarlas para deliberar con el cabildo ordinario daba a estas asambleas un carácter más democrático.

Aspectos de los cabildos del Virreinato del Río de la Plata .
El Cabildo y la Audiencia de Quito asisten al espectáculo de una india exorcizada durante la Misa Mayor en el Altar de la Virgen de Guápulo en 1646 en presencia del Presidente Martín de Arriola y el Obispo Agustín Duarte, por Miguel de Santiago .
Tucumán hacia 1812, cabildo e iglesia de San Francisco (óleo actual obra de Gerardo L. Flores Ivaldi)
Ciudades como Tucumán demolieron sus cabildos a comienzos del siglo XX , para reemplazarlos por “palacios” para el gobierno republicano.
Cabildo de Salta , Argentina.
Cabildo colonial de la Ciudad de Panamá . Este fue demolido para construir el actual Palacio Municipal de Panamá .