Alfonso García-Gallo explicaba que estando pacificada la respectiva zona, y no existiendo tropas permanentes en este, la Capitanía General en Indias, durante el siglo XVI y hasta mediados del siglo XVII, era más bien un cargo secundario, por lo que no se mencionaba al describir las autoridades del territorio.
Durante el XVIII la preocupación militar pasó a un primer plano, revalorizando el cargo de capitán general.
Así, en España, el oficio adquirió un carácter esencialmente político, situándolo por encima de los otros oficios —de administración de justicia, gobierno y hacienda—, aunque sin perder su contenido militar tradicional.
Otros autores, como Marino Brice Virago, Guerrillero Mirón y Antonino Muro Orejón, señalan que la real cédula de 1777 supuso únicamente la sumisión de las distintas provincias en lo militar, por lo que Venezuela no habría sido, gubernativamente, una capitanía general.
[1] Durante la colonización española de América, la Monarquía Hispánica constituyó entidades territoriales en América y Filipinas que en el siglo XVII fueron denominadas capitanías generales —inicialmente llamadas "reinos" o gobernaciones—, territorios que estaban al mando de gobernadores que ostentaron el grado de capitán general.