La justicia distributiva es, para Aristóteles, lo justo o correcto respecto a la asignación de bienes en una sociedad.
Los proponentes de principios basados en el bienestar no creen que la primera preocupación distributiva debería ser los bienes y servicios materiales.
Por lo tanto, argumentan, los principios distributivos deberían estar diseñados y evaluados de acuerdo a la forma como afecten el bienestar.
En general argumentan que dichos principios distributivos entran en conflicto con exigencias morales más importantes, tales como las de la libertad o el respeto hacia la auto-propiedad.
Se enfrenta a cuestiones de justicia distributiva, especialmente en países donde existen tensiones étnicas o poblaciones minoritarias en áreas geográficas aisladas.