Revolución de Chuquisaca

Para la historiografía independentista hispanoamericana este acontecimiento suele ser conocido como el Primer Grito Libertario de América.

Para la historiografía independentista hispanoamericana este acontecimiento suele ser conocido como el Primer Grito Libertario de América.

[6]​ En esas circunstancias, en 1809, primero en Chuquisaca, y luego en muchas otras ciudades americanas bajo el dominio del Imperio español, detonó una crisis política a causa de la crisis institucional en la metrópoli y de las tensiones revolucionarias que venían madurando en las sociedades coloniales.

Goyeneche se acercó al general francés Joaquín Murat, consejero de José Bonaparte, y logró ganarse su confianza.

Con sus dos pliegos, Goyeneche volvió a Cádiz y se embarcó finalmente en compañía del emisario francés de Murat.

Goyeneche aceptó el encargo, sin comprometerse —según sus dichos— más que a actuar de mensajero.

El brigadier Goyeneche arribó a Montevideo munido de tres pliegos para sendas misiones reservadas, para usar según su interés.

El territorio del Alto Perú, hoy parte integrante de Bolivia, estaba compuesto por cuatro intendencias o provincias y dos gobiernos políticos militares.

Unos y otros contendores invocaban el auxilio del pueblo para hacer triunfar sus miras: en uno de los pasquines que en 1808 circularon en Chuquisaca se pedía al pueblo el apoyo al clero oprimido, concluyéndose por exclamar "Viva!

Goyeneche llegó a amenazar con hacer detener al regente, lo que motivó una manifestación pública.

Ambos tenían previamente conflictos con los oidores de la Real Audiencia y con el cabildo eclesiástico, respectivamente.

Si bien la mayoría de sus partícipes eran españoles nativos,[20]​ muchos criollos, como Mariano Moreno lo apoyaban.

Tal era el caso de Mariano Moreno, que era considerado por estos últimos como un verdadero comisionado.

El 25 de mayo, el padre Félix Bonet, provincial de Santo Domingo junto al capitán Santiesteban previnieron a Pizarro sobre la conspiración y acuerdos secretos que se venían gestando días atrás.

[25]​ El presidente ordenó abrir la puerta principal y dejó sacar los cañones solicitados, pero iniciada la entrega de los fusiles los manifestantes invadieron el recinto del palacio de gobierno por lo que la guardia disparó al aire a lo que se respondió con artillería.

[17]​[26]​ Los conjurados redactaron un mensaje al Presidente exigiéndole la entrega inmediata del mando político y militar.

No obstante muchos estudiantes y ciudadanos de Chuquisaca sí aspiraban a avanzar hacia la independencia, entre ellos Antonio Paredes, Mariano Michel, José Benito Alzérreca, José Manuel Mercado, Álvarez de Arenales, Manuel Victorio García Lanza y Monteagudo.

[29]​ Con ese objeto disimulado se enviaron emisarios a distintas ciudades: supuestamente con el objeto de transmitir sus leales intenciones para con Fernando VII y llevar a cabo tareas encomendadas por la Audiencia tenían por misión fomentar los sentimientos independentistas entre los habitantes de otras ciudades.

A La Paz fueron enviados primero Gregorio Jiménez y Manuel Toro, pero fracasaron en su misión, por lo que se resolvió enviar a Michel con su hermano, el clérigo Juan Manuel Mercado, y con el Alcalde Provincial del Cuzco, Antonio Paredes.

En Sicasica, en la ruta a La Paz, se les sumó el cura José Antonio Medina.

[32]​ Un cronista afirmaba: "Los acontecimientos de Chuquisaca los miraban como modelo de lo que debia suceder en esta (la Paz); veian inmediatamente la llama, y el viento espeso y caldeado de la atmósfera incendiada les embarazaba la respiracion: solo al jefe nada le alteraba, nada se le podia decir, porque despreciándolo todo, nada resolvia."

Se nombraron después otros vocales suplentes o ciudadanos agregados: Sebastián Arrieta (tesorero), Dr. Antonio de Avila (abogado), Francisco Diego Palacios y José María Santos Rubio (comerciantes), Buenaventura Bueno (maestro de latín) y Francisco X. Iturres Patiño (sochantre[36]​).

Esta decisión se basaba por un lado en la popularidad de Murillo pero también por desconfianza hacia Indaburo, considerado un hombre ambicioso, dominante e impetuoso.

El 24 de septiembre partió la expedición mientras que en la ciudad permanecieron sólo diez compañías.

[53]​ En la noche del 25 los soldados habían brindado por Cornelio Saavedra al saber que presidía la junta pero sin saber si era legal o no.

[53]​ Y seguidamente:"Tomado Santa Fe, que ha de ser una de mis principales miras, queda Buenos Aires..., se les estrechará más o menos para que entre en sus deberes, sin olvidar el castigo a los autores de tantos males: tengo en mi poder varios oficios de la revolucionaria Junta a los que no he dado el uso que correspondía, porque espero tener la satisfacción de hacérselos comer en iguales proporciones a los sucios y viles insurgentes que me los han remitido..."[54]​ Mientras, el Ejército del Norte o Ejército del Perú, avanzaba con rapidez en su "Primera expedición auxiliadora al Alto Perú".

Tras bombardear con escasa artillería las trincheras enemigas y sin poder capturar la posición las fuerzas revolucionarias se retiraron al sur.

Historiadores extranjeros como Benjamín Vicuña Mackenna llama a Chuquisaca, la "cuna volcánica de la revolución".

Sin embargo, en la historiografía reciente ha surgido una corriente revisionista que llama a este evento una revolución monárquica por sus expresiones de lealtad al monarca.

Por otra parte, si bien la revolución en La Paz fue más radical en sus fines y en su desarrollo fue esa chispa encendida en Chuquisaca la que la hizo estallar.

Alto Perú en 1783.
Ejecución de Pedro Murillo.
Primera campaña al Alto Perú (1810-1811).