Disputa sus encuentros de local en el estadio Víctor Antonio Legrotaglie, del cual es propietario.
Otras rivalidades tradicionales son las que mantiene con Atlético Argentino, Deportivo Maipú y San Martín.
Años más tarde, esta sección debió independizarse y formar un estatuto aparte ya que el sector adinerado no vio con buenos ojos al fútbol.
[13][17][18] Tanto el Blanquinegro como los Azules fueron los dominadores desde un principio de la Liga Mendocina y esto fue fomentado la rivalidad existente entre ellos.
[19] Diez años después, es decir, en 1949 y ya sin sus jugadores emblemáticos el club del parque volvió a consagrarse campeón de su torneo doméstico acumulando en total siete de ellos en su vitrina muestral.
[29][30][31][32][33] En esta década se lucieron jugadores como el «Patón» Daniel Sosa, Enrique Juan Reggi, el «Colchón» Guillermo Herrera, Jorge Montivero, Juan Gilberto Funes, Mario Hernán Videla, Raúl Rogel, Raúl Zolorza y Omar Ricardo Olguín, entre otros.
El Lobo contó con una base de jugadores del Argentino B que después de no clasificar en dicho torneo aceptaron ayudar a las inferiores a lograr el ansiado ascenso.
[42] En el mismo, Gimnasia no pudo clasificar en la zona de grupos terminando en la quinta posición a seis puntos de Chacarita Juniors —el puntero— pero logró terminar invicto como local y derrotar a dos grandes del fútbol argentino como River Plate por 2:1 y San Lorenzo por 3:2.
Es en este período que los hinchas del Lobo empiezan a identificar al equipo con el cántico tribunero «toque Lobo, toque», conjunto que además se mantuvo invicto como local por dos años y medio, siéndole arrebatada esta condición por el club sanjuanino Desamparados en 1972.
El Lobo mendocino continuó haciendo una campaña regular que no le permitió clasificar a las siguientes fases de dicho certamen.
[60] En 1991, se produjo la primera incursión oficial de Gimnasia y Esgrima en este antiguo torneo.
[62] En dicho torneo el Lobo enfrentó a Desamparados, Jorge Newbery de Villa Mercedes, Pacífico de General Alvear y Rincón del Atuel pero no logró clasificar a la siguiente fase ya que terminó tercero con nueve puntos producto de cuatro victorias, un empate, tres derrotas, nueve goles a favor y ocho en contra.
En la misma, terminó otra vez en segundo lugar y clasificó a las semifinales —cuarta fase de las cinco en total—.
Esta etapa —por el formato del aquel torneo—, la disputó frente a la CAI, nuevamente Juventud Unida Universitario, y Racing de Trelew, pero el Blanquinegro no logró clasificar ya que finalizó último en la tabla de posiciones.
[66][67] La temporada 2005-06 —con formato de apertura y clausura— significó para el Mensana un nuevo ascenso al Torneo Argentino A.
[72][73] La primera participación del Lobo mendocino en el Argentino A se produjo en la temporada 2003-04 en la que formó parte de la «Zona Cuyo» junto a Cipolletti, su clásico rival Independiente Rivadavia, Juventud Unida Universitario y Luján de Cuyo.
En primera instancia enfrentó a Unión de Villa Krause venciéndolo en el global por 3:2.
Su verdugo deportivo resultó ser Olimpo con quien perdió 3:2 y le imposibilitó seguir avanzando de fase.
El Mensana no pudo hacerse con el primer puesto pero clasificó a la segunda fase tras terminar en la tabla de posiciones por definición olímpica, es decir, diferencia de partidos ganados entre sí con Juventud, en la cuarta ubicación.
La edición centenaria, tuvo un diseño especial donde se le agregaron dos especies de semiarcos rojos ubicados en los extremos superior izquierdo e inferior derecho.
La rivalidad entre Gimnasia y Esgrima e Independiente Rivadavia, cuenta con una rica trayectoria, que comenzó en el año 1913, y continúa hasta el día de hoy tanto a nivel provincial como nacional.
Se han realizado decenas de estos encuentros abarcando diferentes instancias, tanto a nivel local en la Liga Mendocina de Fútbol, como a nivel nacional en la antigua Primera División de Argentina, la Primera B Nacional, la Copa Argentina, el Torneo del Interior y el Torneo Argentino A.
[110] El «Clásico más clásico», denominado también así en Mendoza, se fue acrecentando en su pasión en la medida en que ambos clubes empezaron a dominar los campeonatos locales al lograr la mayor cantidad de ellos donde la Lepra cosechó hasta la actualidad veinticinco títulos (treinta y tres, si se consideran los ocho torneos logrados en la era amateur de la Liga Mendocina) mientras que el Lobo posee veinte torneos ganados desde su fundación.
Otro factor importante fue la construcción cercana de sus respectivos estadios distanciados solo por seis cuadras, es decir, seiscientos metros.
[110] Tanto Gimnasia como Independiente lograron jugar en la Primera División de Argentina, en el llamado Campeonato Nacional.
[110] En 1982, ambos elencos disputaron los dos únicos enfrentamientos registrados en la máxima categoría del fútbol argentino que fueron jugados en el Estadio Malvinas Argentinas donde el partido de ida terminó igualado 2:2, en tanto que la vuelta fue ganada por la institución Azul por 2:0.
[13] Lleva el nombre del jugador más emblemático de la institución: Víctor Antonio Legrotaglie.
Se encuentra ubicado en la intersección de las avenidas Boulogne Sur Mer y Carlos Washington Lencinas, sobre esta última.
[135][136] Y a mediados del mismo período y principios de los años noventa, el destaque principal fue el del «Cochina» Omar Olguín, volante creativo surgido de las inferiores.
[141][142] Ezequiel Medrán Iván Quadrini Nicolás Salvá Fabián Della Gaspera Paolo Olivera Yamila Correa Gonzalo Mañanet Ignacio Muñoz Nutricionista(s)Utilero(s)Plantilla en la web oficial Las siguientes tablas muestran los traspasos y cesiones del club en la temporada 2025:[144]