Era apodado «el Búfalo» o «el Toro», gracias a su corpulencia y fuerza física.
En Francia, en la temporada 1989-1990, estuvo a punto de firmar un contrato con Niza.
Volvió a su tierra por segunda vez en 1989 para jugar en el Club Atlético Vélez Sarsfield, en la temporada 1989-90, donde disputó veinticinco encuentros y convirtió doce tantos.
Pero, nuevamente, no pudo pasar los exámenes médicos y se retiró del fútbol profesional.
Fue televisado y las regalías se donaron a la familia del jugador fallecido.
Aquella noche jugaron Nery Pumpido, Navarro Montoya, Cancelarich, Chilavert, Batista, Altamirano, Néstor Fabbri, Garré, Basualdo, Blas Giunta, García Acosta, Bisconti, Carranza, Ortega Sanches, Roberto Cabañas, Acuña, Marchesini, Pipo Gorosito, Gancedo, López Turitich, Soñora, Vázquez, el Cabezón Ruggeri, Enrique, Villarreal, Mancuso, Beto Márcico, Latorre, González, el Flaco Gareca, Giusti, Meijide, Zacarías, Ponce, Tapia, Rudman, Flores, el hermano de Funes y, obviamente, Maradona.