Roberto Irañeta

Jugó como delantero, más precisamente de puntero izquierdo.

Un gran presidente Blanquinegro de esos años, el Dr.

Francisco J. Moyano, fue su descubridor y lo llevó a Gimnasia donde jugó toda la década del '30 junto a su inseparable hermano, Rito Irañeta, otro excelente futbolista de esos años y ganó 4 títulos de Liga Mendocina a lo largo de esa década.

No lo dejó ir diciéndole a Roberto: Por lo que River se llevó otro jugador, a Bruno Rodolfi también de Gimnasia de Mendoza.

Dicha convocatoria se explica por una negativa de los clubes de ceder a sus jugadores profesionales (el profesionalismo regía desde 1931) por lo que Argentina debió presentar una formación integrada solamente por futbolistas del interior del país, provenientes de la Asociación Amateur, entidad que estaba afiliada a la FIFA.