Esta clase social se ha desarrollado con base en una gran variedad de profesionales en todas las áreas del conocimiento humano y una clase empresarial consolidada como la más poderosa de la región Caribe y Centroamérica.
Además, el país cuenta con grandes yacimientos mineros de oro, plata, níquel, mármol y ámbar.
[7] En la segunda mitad del siglo XIX la economía dominicana se caracterizó por el incremento exorbitante en la masa monetaria por la frecuente introducción de nuevos conos monetarios para enfrentar la constante hiperinflación, en ocasiones circulando varias monedas nacionales juntas (reales y pesos), alcanzando su punto más álgido la hiperinflación de 1857 que provocó la Revolución Cibaeña que derrocó al presidente Buenaventura Báez.
Sin embargo, el carácter excluyente del modelo económico que se ha impuesto, no ha traducido este crecimiento al bienestar de la población.
Entre 2000 y 2004, el gobierno de Hipólito Mejía, introdujo cambios que impactaron a la economía dominicana.
[cita requerida] Aunque la economía ha comenzado a crecer bajo la nueva administración de Fernández que se inició en agosto de 2004, construcción, turismo y telecomunicaciones son los sectores que están a la vanguardia.
Proceso que se había iniciado en la pasada Administración de Fernández, y que en la de Mejía, tomó forma y se ejecutó, no sin infundirle su particular sello a dicha ejecución.
Sin embargo, luego de múltiples retrasos, posponiéndose soluciones, de préstamos internacionales (Banco Mundial y otros), la superación del déficit del suministro energético, parece estar aún muy lejana.
Las operaciones comerciales (importaciones y exportaciones) se dispararon, pero en los años de posguerra cayeron en picado.
Pero, con la Gran Depresión o Crack del 29, las importaciones, exportaciones e impuestos aduaneros empezaron a caer otra vez, hasta llegar a niveles de principio de siglo.
[9] Ya que, los países en crisis eran los principales compradores de los dominicanos, y estos no tenían dinero en este momento.
Para eso había que hacer una gran inversión en bienes de capital e intermedios.
En la República Dominicana fue el dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina el que impulsó esta política mayormente.
Pero sin lugar a dudas, en los años que menos se dependió de las ventas al extranjero fue en 1967 con un 12,2%.
Por lo tanto, podemos decir que la inversión en industrializar el país no les salió muy rentable a los dominicanos.
En el año 1982 fue cuando México se declaró insolvente y aquí apareció la crisis de la deuda.
Los tipos de interés subieron rápidamente, y las economías endeudas se tuvieron que "apretar el cinturón".
Por lo tanto, la deuda los empobreció más, ya que antes eran pobres pero por lo menos no debían dinero.
Se usaron varias políticas económicas a nivel mundial, pero estas no han tenido éxito.
[21] El Banco Mundial enumera los principales países productores cada año, según el valor total de la producción.
Según la lista de 2018, República Dominicana tenía la 65a industria más valiosa del mundo (US $ 12,2 mil millones).
En 2018, República Dominicana fue el 49o país más visitado del mundo, con 6,5 millones de turistas internacionales.
Por lo general las sociedades comerciales comunes en República Dominicana y la que a su vez presenta mejores ventajas operativas son las compañías por acciones CxA.
En esta los accionistas solo se responsabilizaban al aporte suministrado, en lo referente a las obligaciones contraídas por la sociedad.
2011) Tasa de inflación (precios al consumidor): 27.5 (2003) Fuerza laboral: 2.3 a 2.6 millones (est.
Este sobregiro en la economía empieza a denotarse durante enero y febrero del año 2004.
El año 2005 ha sido de carácter enigmático para muchos analistas de la crisis dominicana, principalmente por el estatus del IPC sobre la paridad del mercado cambiario, donde el IPC ha escalado cifras récords cuando la principal moneda para el intercambio comercial interno o externo (el dólar vs.
Hoy en día y con base en el IPC se estima que la tasa del dólar debería ubicarse entre los 42 y 45 pesos dominicanos frente al dólar o incluso una cifra mayor, no obstante actualmente se acopla dentro del margen promedio de 33,00 (en ascenso) pesos por dólar, esta última en efecto al alza uniformemente comprendida en mes de octubre, pero aún con esta alza del dólar frente al peso dominicano muchos analistas creen que aún no ha comenzado a sincerizarse la moneda (la razón es el IPC que no cede).
Actualmente existe una polémica auspiciada por los sectores hoteleros y turísticos en general, por las recomendaciones del FMI, por economistas de alto prestigio, por los empresarios por la escasa competitividad en efecto al alto IPC o costos de producción para participar en buenas condiciones en el DR-CAFTA, entre otros; para que el peso dominicano se ubique en una tasa de 37 o 38 pesos por dólar.
El crecimiento del país[39] en la última década ha sufrido fluctuaciones debidas a las políticas cambiantes en materia económica.