El producto interior bruto tuvo un pico de crecimiento del 21,4% en 2009.
El presidente Nur Mohammad Taraki inició una reforma agraria que enfrentó serios problemas.
En el mismo período las inversiones en la industria nacional pasaron los 55 mil millones de afganis, o el 80% de todas las inversiones hechas en la economía en los 20 años que precedieron a la Revolución.
Entre ellas, se encontraban las centrales hidroeléctricas en Naghlu y Puli-Humri, la fábrica de fertilizantes nitrogenados en Mazar-i-Sharif, la empresa panificadora y la de casas prefabricadas en Kabul.
[14] La guerra civil causó graves daños a la economía afgana.
Durante 16 años, no se construyó ninguna fábrica, ni una sola presa.
[6] Además del desempleo generalizado otro problema es la carencia de trabajadores y funcionarios públicos calificados.
Desde 1981 hasta 1996, la tasa oficial de cambio fue fijada en 51 afganis por 1 dólar estadounidense.