La economía de Liechtenstein, a pesar del pequeño tamaño y la escasez de recursos naturales del país, está altamente industrializada, orientada hacia la libre empresa y posee la tercera renta per cápita más alta del mundo, después de Catar y Luxemburgo.
[9] Debido a su ubicación central en Europa, este principado cuenta con una ventaja geográfica.
La economía del país está altamente diversificada, con un gran número de pequeñas empresas.
Bajos impuestos sobre los negocios —el tipo impositivo máximo es del 20 %— y regulaciones sencillas han incentivado a muchos holdings a establecer oficinas en Liechtenstein, proporcionando el 30 % de los ingresos del Estado.
En 2011 Liechtenstein se incorporó a la zona Schengen, que permite viajar sin pasaporte por 26 países europeos.